Cine sin Memoria
José Luis Vivar
La presencia del Maestro en el Cine
ha sido reflejada desde tiempos muy remotos. Tal vez por la importancia de su
trabajo, o porque después de los padres de familia es una figura importante en
la educación de toda la sociedad. Niños, jóvenes y adultos necesitan o han
necesitado de alguien que les guíe, les enseñe y les aconseje. Maestro o
Maestra, así con mayúsculas, son personajes de la ficción en la pantalla, la
mayoría de las veces para bien, aunque también para resaltar lo malo del
magisterio.

En
México hay varios ejemplos rescatables, quizás porque los gobiernos
revolucionarios supieron enaltecer su labor. Películas como Río Escondido
(Emilio Fernández, 1948) sobre una maestra rural llamada Rosaura Salazar (María
Félix) se enfrenta a dos dificultades: educar a los niños de la comunidad, y
enfrentar al cacique local, don Regino Sandoval, que le hace la vida imposible,
porque no acepta que ella les abra los ojos a esa gente que él considera como
su propiedad.

Pero
quien hace un retrato más realista del trabajo docente es Simitrio (Emilio
Gómez Curiel, 1960), donde el maestro del mismo nombre interpretado por José
Elías Moreno, cuya debilidad visual es aprovechada por sus alumnos para hacer
desorden en el salón, y al sentirse acorralados gritan el nombre de su
compañero Simitrio para hacerlo responsable. El profesor molesto le llama una y
otra vez la atención, hasta que descubre la terrible realidad: ese niño murió
hace mucho. Una extraordinaria película que pone de manifiesto al maestro
anciano que se niega a jubilarse, que no quiere dejar su trabajo.

Para la crítica y el público, El
Profe (Miguel M. Delgado, 1971) es una de las mejores películas del genial
Mario Moreno Cantinflas, en su etapa de cine a colores. En dicha cinta, el
genial mimo interpreta al profesor Sócrates García que llega al pequeño pueblo
El Romeral, donde se involucra en la problemática de sus alumnos y de la
población, despertando el desprecio del cacique don Margarito Vázquez (Víctor
Alcocer), que le hace realmente la vida imposible. La película vuelve a la
realidad nacional: la fuerte influencia de los caciques por encima de las
autoridades municipales. A la distancia, El Profe es una crítica y un reflejo
de lo que muchos trabajadores de la educación debieron enfrentar hasta años muy
recientes.

Mención aparte merece La Sociedad de los
Poetas Muertos ( Dead Poets Society, 1989), cuya figura principal es el maestro
John Keating (Robin Williams) que promueve valores éticos a través de la
poesía. Esta cinta es considerada una de las mejore en retratar la pasión por
enseñar.
No puede quedar en esta lista La
Lengua de las Mariposas (José Luis Cuerda, 2001), que retrata la vida de
Moncho, un pequeño niño que después de estar enfermo mucho tiempo llega a la
escuela a cargo del maestro don Gregorio (Fernando Fernán Gómez), quien con su
ejemplo se gana su admiración. Es notable los detalles que se muestran en esta
cinta sobre el trabajo de las Ciencias Naturales, directamente en el campo.
Pero esta paradisíaca relación Maestro-Discípulo, termina el día que estalla la
Guerra Civil Española y se convierten en enemigos.

Durante décadas vemos a este músico
frustrado formarse como un verdadero maestro de música. Y en la cima de su
triunfo, su esposa queda embaraza, pero el niño nace sordo. Esto derrumba al
maestro Holland cuya relación con su hijo es distante porque no le encuentra
sentido que él como músico pueda entablar una conversación con quien no
escucha. La vida misma le tiene una sorpresa a este buen maestro que se hace
viejo y debe retirarse del servicio docente.
Esta breve selección intenta hacer
un homenaje a todos esos hombres y mujeres que trabajan en los salones de
clases y buscan solo dar la mejor educación a sus alumnos. Fuera de esta lista
hay muchos más ejemplos, pero por razones de espacio resulta imposible
agregarlas. Solo queda agregar que los maestros también están en el cine.
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