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martes, 5 de mayo de 2020

A dos meses de la temporada de estiaje, se han combatido 209 incendios






Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán



Ahora que todo está mal, porque antes parecía que todo estaba bien, que no había tala clandestina, cambios de uso de suelo y un mal y generalizado manejo del bosque, más de 210 representantes del sector forestal hacen un llamado al gobierno federal a desarrollar una estrategia conjunta que incida de forma positiva en la gestión sostenible de los recursos forestales y en el bienestar de personas que dependen de la actividad.




            Alertan que la actual crisis sanitaria significará un cambio en la forma de vida, trabajo y consumo en torno al sector forestal, lo que impactará negativamente en el bienestar social, económico y ambientar del país, poniendo en riesgo su supervivencia, lo que podría comprometer la estabilidad del tejido social productivo ante los efectos de la recesión originada por la pandemia y la pérdida de competitividad del bosque u otros usos de suelo.

            Y van más allá, pues menciona que, de no abordarse esta problemática de manera contundente y decisiva, se incrementará y generalizará el riesgo de deforestación. Consideran que se debe reconocer la importancia del sector forestal impulsando las políticas gubernamentales y las asignaciones presupuestarias hacia una economía sostenible de empresas comunitarias que tengan y promuevan buenas prácticas, así como la creación de un fondo de contingencia para salvaguardar al sector forestal y las actividades de silvicultura en futuras crisis.




            Además, para retribuir a los núcleos agrarios su labor, es necesario generar mecanismos de compensación económica para el sector privado que no cumpla con las medidas necesarias de desarrollo sostenible, así como eficientar la cooperación de dependencias gubernamentales para frenar la tala clandestina, la corrupción, el tráfico de vida silvestre y el cambio de uso de suelo, así como para agilizar y reducir la tramitología con el fin de facilitar el manejo forestal sostenible.

            El documento base de este comentario indica que México cuenta con una superficie forestal, incluyendo todo tipo de ecosistemas, de 137.8 millones de hectáreas. Esto equivale al 47.7% de la superficie total del país. De esta superficie, 62.6 millones de hectáreas son propiedad social, es decir, pertenecen a ejidos y comunidades.

            Actualmente, cerca de 5.5 millones de hectáreas tienen permiso de aprovechamiento para extraer madera, de las cuales sólo 1.3 millones de hectáreas cuentan con certificación internacional de buen manejo forestal.



            Estos datos indican claramente que en el país hay un mal manejo del recurso forestal, pues si hay permiso de aprovechamiento para extraer madera de 5.5 millones de hectáreas, y de éstas solo 1.3 millones cuentan con certificación internacional de buen manejo forestal, más que presupuesto inyectado a empresas que no producen más que daño al medio ambiente, lo justo es que el Gobierno Federal, estatal y municipal en sus respectivas competencias, frenen la tala clandestina, combatan la corrupción, el tráfico de vida silvestre y el cambio de uso de suelos, como se pide por los quejosos.




            En la zona sur de Jalisco esto es el pan de cada día, hay tala clandestina en zonas boscosas otorgadas a ejidos, propiedad privada y hasta el áreas presuntamente protegidas, entre ellas el Parque Nacional Nevado de Colima, lo que aumentó desde el término de la concesión que por medio siglo se otorgó a la paraestatal papelera de Atenquique, proliferando el surgimiento y operación de aserraderos, cambios de uso de suelo, proyectos de aprovechamiento silvícola de los cuales nada se ha sabido hasta el momento si fueron éxito o fracaso, como el que se produjo en el municipio de Tecalitlán.

            Tratando de ser propositivos, sí es cierto que debe haber cambios, sobre todo de mentalidad. La mayoría de los ejidos que poseen recursos forestales sufren esta depredación, incluso hasta por quienes han sido sus dirigentes, no valoran lo que tienen, sí debe dedicarse más presupuesto para dedicar más vigilancia y control en todos los recursos naturales, obligar a que se respeten las leyes y reglas para su conservación y protección, no para que siga más de lo mismo, cada vez se pierde más por depredación, incendios y cambios de uso de suelo que nadie sanciona, situación que se da con la complicidad de “autoridades” y poseedores de estos bienes nacionales.
           
              
            EL DATO

·        El 0.06 % de la superficie forestal del estado ha sido afectada por incendios.
·        El 99 % de los incendios forestales son consideraron superficiales, solo en el 3% se registró afectación de arbolado adulto.
·        El 17% de los incendios forestales ha afectado Áreas Naturales Protegidas. 
·        El 80% de los siniestros se ha liquidado en menos de 24 horas; la duración promedio de un incendio, desde su reporte hasta su liquidación, es de 8 horas.
·        En el 28% de los incendios forestales se ha utilizado el equipo aéreo y participado con 516 descargas de agua.
·        La Semadet encabeza la mayor presencia en incendios forestales en el estado con 1,045 elementos activos en combate (días hombre), mientras que 40% de los siniestros han sido combatidos por brigadas municipales.




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