Juan
José Ríos Ríos
El Presidente
de México, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer un Decreto en el cual
establece las medidas extras a aplicar por la situación económica y de salud
que se vive en el país, derivada de las medidas y acciones tomadas para
enfrentar la pandemia por el COVID 19.
Este Decreto establece una reducción
del 25 por ciento del salario que perciben desde los subsecretarios de Estado
hasta el mismo presidente, además de la no entrega de aguinaldo y otras
prestaciones. No habrá despido de trabajadores al servicio del Estado, aunque
sí la eliminación de 10 subsecretarías, cuyos empleados serán reasignados,
cierre de oficinas no esenciales lo que permitirá ahorros por renta de
oficinas, inmuebles, bodegas, vehículos, etc.
También decreta la suspensión de
acciones y gastos del gobierno federal, no así programas de apoyos sociales
para adultos mayores, discapacitados, becas, construcciones y la inversión en
obra pública, atención médica y medicamentos, Guardia Nacional, construcción de
aeropuerto Felipe Ángeles, construcción de la refinería Dos Bocas y
reparaciones en las refinerías en proceso de rehabilitación.
También garantiza los recursos y
participaciones a los estados, pago de nómina, amortización y pago de deuda,
entre otras medidas, todo ello sin recurrir al endeudamiento, alzas en
combustibles, nuevos impuestos o cualquier otra medida que afecte aún más la
economía del país, como siempre sucedía ante cualquier situación grave que se
producía en otros tiempos, Decreto que entró en vigor este mismo día y que concluye
el 31 de diciembre del presente año 20202.
En su conferencia mañanera, López
Obrador también resaltó que la baja del precio del barril del petróleo, como
nunca antes en la historia del mundo y del país, revalora su proyecto para que
se pueda refinar el petróleo que hoy se entrega como materia prima y con ello
producir la gasolina y los demás derivados y producirlos aquí, de esta manera
ser menos dependientes, cuando antaño se era suficiente en la materia y ahora
se compra el 70 por ciento de la gasolina que se consume en México, producto de
la rapiña hecha en PEMEX y de los bienes nacionales por los gobiernos que
denomina de corte neoliberal.
Esto es parte de lo que establece el
Decreto presidencial, contiene otras medidas que, para el caso, con esto basta.
Esto induce a mencionar que una vez
más el Poder Ejecutivo Federal da muestras de congruencia en el sentido de ser
el primero en tomar medidas para frenar la corrupción y depredación que se
practicó años atrás, pues ahora no solamente los considerados altos
funcionarios, que no dejan de ser empleados pagados por dinero de todos, se les
aprieta una vez más donde más les duele, en el bolsillo, reduciendo sus
salarios en un 25 por ciento y exentos de recibir su aguinaldo y otras
prestaciones de fin de año, ¿Cuándo se había visto esto?
Pero, mientras se aplican estas
medidas, existen dependencias del Estado, como el INE y otras instituciones que
fueron creadas y que no justifican su existencia y mucho menos los altos salarios
que perciben por casi no hacer nada, ¿Cuándo tendrán la decencia de considerar
una baja en sus prestaciones?. Muchas de estas instituciones están saturadas de
gente, con buenos salarios, ya no se diga en los congresos y gobiernos de los
estados, incluso hasta en algunos municipios, cuando sus ingresos propios
apenas les ajusta para de la nómina, siempre obesa y creciendo.
De
igual forma, el llamado que el propio López Obrador ha hecho a los
partidos políticos, todos, para que consideren una rebaja del 50 por ciento de
lo que recibirán de los recursos públicos para sus “campañas”, no ha sido
tomado en cuenta por éstos, están calladitos, para ellos no existe pandemia, ni
crisis económica, reciben y creo que nunca justifican lo suficiente, un dinero
que debiera destinarse a obras necesarias, para programas sociales, educativos,
cuando la existencia y actividad de estos partidos, ha sido la de dividir y
polarizar a la gente, esa gente que se deja llevar por una despensa, por una
migaja, por un empleo.
Hay voces que piden que a los partidos
políticos no se les otorguen más recursos, y no dejan de tener razón, las
condiciones de pobreza y de deterioro que en todos los reglones se viven y
padecen en el país, han sido productos de gobernantes vende patrias, que no se
hartan de hacer mal, de enriquecerse y malversar recursos, muchos de los cuales
debieran no solamente ser obligados a regresar lo que se robaron, también a que
paguen por sus fechorías, de esa manera no estarían tan activos, cuando las
circunstancias requieren de una mayor y efectiva unidad, por el bien de todos y
del país mismo. No deja de ser una quimera.
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