El
Volcán/Sader
En el
sector agroalimentario se tiene un aliado para darle un enfoque sustentable a
las actividades productivas: el bambú. Esto por la tarea que esta planta
realiza en el saneamiento de aguas residuales de explotaciones pecuarias y
acuícolas, al facilitar también que las aguas puedan reciclarse en favor de las
unidades de producción.
La
titular de la Unidad Administrativa de Sanidad e Inocuidad Acuícola de la
Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER-Jalisco), Adriana López
Dueñas, refirió que en el agro jalisciense ya inició el establecimiento de
humedales a base de bambú, en sintonía con una tendencia internacional que considera
las ventajas de este árbol para sanear aguas residuales de unidades productivas.
La
funcionaria especificó que los humedales de bambú facilitan la formación de
ecosistemas que a través de la filtración del agua permiten su saneamiento y
posterior reciclaje.
“Se
hace una purificación (de las aguas), por así llamarle, en procesos físicos y
biológicos. En este caso, en el humedal que se está construyendo para manejar
la limpieza del agua que se descarga en una granja acuícola en el municipio de Cuquío,
es básicamente un humedal sub-superficial. ¿Qué quiere decir esto? No es un
humedal donde vaya a ver agua en la superficie, sino que se maneja el nivel de
agua en la parte media, la cual es filtrada a través de diferentes capas, en este
caso rocas gruesas y arena y en la superficie se ponen los rizomas (raíces) del
bambú”.
Añadió
que otra intención de este proyecto de los humedales de bambú es impulsar un
mercado regional de este vegetal, para que se aproveche en diversos usos, como
en la industria maderera y del sector textil, entre otros.
Al
respecto, el productor Alan González refirió que en su caso el humedal de bambú
permitirá la retención de desechos contaminantes de la granja de bagre y
tilapia, para que los lodos sean utilizados posteriormente como compostas y el
agua ya tratada se destine al riego de cultivos agrícolas, como chiles,
jitomates y arándanos que se producen en condición de agricultura protegida.
También
en el municipio de Ahualulco de Mercado se ha establecido un humedal con un
doble propósito, indicó Carlos Jiménez Garma, director de Cadenas Productivas y
Sustentabilidad: controlar o mitigar la contaminación de aguas residuales en
una comunidad y aprovechar este líquido para el cultivo de bambús que se puedan
comercializar.
“Es
una prueba piloto con la que se trata de determinar la viabilidad en la puesta
en marcha de un humedal para atender una localidad rural, donde no necesitas
utilizar energía eléctrica, personal que lo opere, más que una persona que esté
al pendiente de que las tuberías funcionen, que las membranas estén en buenas
condiciones, y las tareas básicas de mantenimiento. Y en caso de que funcione
bien, la idea es replicarlos en otras localidades rurales, que son más pequeñas
y en donde es más fácil controlar los aspectos del tipo de descarga”, explicó
el funcionario estatal.
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