René
Chávez Deníz*
Pedro
Infante como es sabido fue un gran artista mexicano que trascendió por ser un
excelente actor y cantante que dejo huella en el cine mexicano ya que dentro de
sus actuaciones se hacía notar como un actor polifacético en el cual cada
personaje le quedaba a la medida, su popularidad como artista fue por su gran
sencillez con sus fans una de las virtudes que lo llevo a ser el consentido de
todos los mexicanos.
Pedro
Infante diversidad de veces visito la tierra de los sones y el mariachi su
estancia en esta población era regularmente para descansar del bullicio de la
ciudad de México y de la carga excesiva de trabajo que permanentemente traía
como actor y cantante.
El
cronista municipal emérito de Tecalitlán, J. Ángel Chávez Nájar nos relata que
durante un trabajo de investigación que llevó a cabo sobre estos tan afamados
artistas algunos tecalitlenses expresaron lo siguiente:
En
una entrevista que se realizó a Don Silvestre Vargas allá por el año de 1982 el
manifestó que “Pedro Infante en el aspecto humano se entregaba a su público,
como artista, quien nos tenía a nosotros como grandes compañeros, en el
extranjero al actuar ahí, recibía invitaciones para ir a los hogares, las que
no aceptaba si no estaba presentes también los del “mariachi Vargas”.
Por
su parte el señor Ezequiel Gutiérrez Arellano compositor tecalitlense dijo: “Fue
una persona que ya nació con dones artísticos y nació para triunfar, otro
factor fue su enorme sencillez yo he tratado a varios artistas de México y
ninguno como él”.
Gutiérrez
Arellano relato la siguiente anécdota: “Encontrándose Don Pedro Infante y el
maestro Silvestre Vargas en el entonces restaurant del “Indio” en Tecalitlán,
junto con uso compañeros de escuela fuimos a verlo y a conocerlo, solo que el
propietario del lugar, no nos quería permitir entrar, ante esta situación Pedro
se levantó de su asiento y expresó: no los corras pásalos a todos y ofréceles
refrescos”.
Cada
vez que Pedro Infante venía a esta población se dirigía a la casa que se
localiza en la calle Cuauhtémoc número 32 donde mucha gente iba a saludarlo y
se desbordaban de entusiasmo con una alegría increíble al momento de verlo
actuar, al escuchar su voz, ese famoso grito al inicio y mitad de sus
canciones.
“Era
muy simpático y tratable, cuando llegaba aquí, platicaba con mi familia, la
gente lo llevaba en hombros al lugar donde iba a actuar y oírlo cantar era algo
maravilloso, fui su admiradora”, lo anterior lo manifestó la señora Margarita
Macías quien era propietaria de la casa donde llegaba el artista a descansar.
Precisamente
en la esquina que forman las calles Cuauhtémoc y Morelos. J. Ángel Chávez
Nájar, cronista emérito municipal de este lugar expresó: “yo llegue a ver al
famoso artista jugando canicas con los chavitos de esa época, lo que da una
idea de la sencillez de este gran hombre”.
Pedro
Infante este martes 15 de abril cumple años de su desaparición física y los
tecalitlenses lo siguen recordando con mucho cariño.
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