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miércoles, 15 de abril de 2020

Actitud irresponsable








Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán


Muy criticable es la actitud que están asumiendo algunas personas al hacer caso omiso a los múltiples llamados y recomendaciones para que no se expongan al contagio del COVID 19 y con ello no pongan en riesgo su salud y la de los demás, cuando muchas de estas personas siguen haciendo su vida “normal” y hasta se movilizan para pasar fines de semana o vacaciones fuera de casa, situación que mayormente se da en la capital del estado, en razón del número de habitantes que tiene, pero que en Ciudad Guzmán más de alguno cae en tentación, lo que se ve en la calle con tanto tránsito de vehículos.


            Llama la atención el reporte oficial emitido por el gobierno del estado en el que se da cuenta del total de personas que incurrieron en desacato nada más el domingo 12 del presente mes, los cuales fueron registrados en los siete puntos o filtros que se instalaron en puntos estratégicos de la capital tapatía y en el ingreso al destino turístico de Tapalpa, los cuales sumaron un total de 15 mil 197 personas, que fueron revisadas por personal de la Secretaría de Salud.

            El parte oficial indica que estas personas iban cargados con maletas, mascotas, bicicletas y hasta vehículo todo terreno, desatendiendo la petición que decidieron arriesgarse y arriesgar a los demás saliendo de la ciudad para tomar vacaciones, a pesar de que los destinos y los servicios turísticos en la entidad se encuentran cerrados. Se agrega que en el acumulado de esta medida desde el pasado 3 de abril que se instalaron los 7 filtros sanitarios, suman 96 mil 843 las personas examinadas y 34 mil 85 los vehículos revisados.





            Y estos datos son nada más los contabilizados en los siete filtros sanitarios instalados por el gobierno del estado y la Secretaría de Salud, habría que agregar a los que asumen igual actitud en las distintas regiones o municipios de la entidad, cuando muchas personas siguen viajando o haciendo actividades como si no existiese la alerta de posible contagio del COVID 19, lo que se aprecia en la cantidad de vehículos, de todo tipo, que circulan por calles y avenidas, como la Serafín Vázquez, que si bien es cierto no hay decreto de inmovilidad total, la gran mayoría no es parte de lo oficialmente permitido para las circunstancias que se viven.

            “De algo me tengo que morir”, es una de las muchas respuestas o expresiones que algunas personas hacen cuando son reconvenidas por su actitud de desacato, por su propio bien, como justificación al violentar algo que se les pide sin imponer, lo que denota la poca conciencia ciudadana y de civilidad que tienen y con la que actúan, más de alguna se ha excedido en prepotencia al sentirse superior a quién o quienes les cuestionan o tratan de hacerlas respetar las disposiciones impuestas para el bien y protección de todos.

            Si bien es cierto que la gran mayoría está respondiendo de manera positiva, es decir cumpliendo las medidas tomadas, y aunque los brotes de actitudes contrarias son menores, sí denotan una clara demostración de lo inmaduro, de lo irresponsable, de la prevalencia del valemadrismo que ha caracterizado al ciudadano mexicano. Muchos quieren ver sangre, otros requieren reglas duras que luego cuestionan, si no son responsables de su propia seguridad y salud personal… ¿Lo serán para con los demás?



            Y dicen que lo peor está por venir, si está actitud prevalece… ¿Serán necesarias medidas más duras, para así respetar y cumplir las medidas adoptadas? Ojalá y no sea necesario, que la gran mayoría siga manteniendo la calma y haciendo la parte que le corresponde, para de esa manera no solamente superara la situación que se vive y la que posiblemente se tendrá una vez que se normalice lo cotidiano, y de esa manera salir más fortalecidos, más unidos y seguir trabajando por un país y condiciones mejores para todos.



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