Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
El Volcán/Guzmán
Muy
criticable es la actitud que están asumiendo algunas personas al hacer caso
omiso a los múltiples llamados y recomendaciones para que no se expongan al
contagio del COVID 19 y con ello no pongan en riesgo su salud y la de los
demás, cuando muchas de estas personas siguen haciendo su vida “normal” y hasta
se movilizan para pasar fines de semana o vacaciones fuera de casa, situación
que mayormente se da en la capital del estado, en razón del número de
habitantes que tiene, pero que en Ciudad Guzmán más de alguno cae en tentación,
lo que se ve en la calle con tanto tránsito de vehículos.
Llama la atención el reporte oficial
emitido por el gobierno del estado en el que se da cuenta del total de personas
que incurrieron en desacato nada más el domingo 12 del presente mes, los cuales
fueron registrados en los siete puntos o filtros que se instalaron en puntos
estratégicos de la capital tapatía y en el ingreso al destino turístico de
Tapalpa, los cuales sumaron un total de 15 mil 197 personas, que fueron
revisadas por personal de la Secretaría de Salud.
El parte oficial indica que
estas personas iban cargados con maletas, mascotas, bicicletas y hasta vehículo
todo terreno, desatendiendo la petición que decidieron arriesgarse y arriesgar
a los demás saliendo de la ciudad para tomar vacaciones, a pesar de que los
destinos y los servicios turísticos en la entidad se encuentran cerrados. Se
agrega que en el acumulado de esta medida desde el pasado 3 de abril que se
instalaron los 7 filtros sanitarios, suman 96 mil 843 las personas examinadas y
34 mil 85 los vehículos revisados.
Y estos datos son nada más los
contabilizados en los siete filtros sanitarios instalados por el gobierno del
estado y la Secretaría de Salud, habría que agregar a los que asumen igual
actitud en las distintas regiones o municipios de la entidad, cuando muchas
personas siguen viajando o haciendo actividades como si no existiese la alerta
de posible contagio del COVID 19, lo que se aprecia en la cantidad de
vehículos, de todo tipo, que circulan por calles y avenidas, como la Serafín
Vázquez, que si bien es cierto no hay decreto de inmovilidad total, la gran
mayoría no es parte de lo oficialmente permitido para las circunstancias que se
viven.
“De algo me tengo que morir”, es una
de las muchas respuestas o expresiones que algunas personas hacen cuando son
reconvenidas por su actitud de desacato, por su propio bien, como justificación
al violentar algo que se les pide sin imponer, lo que denota la poca conciencia
ciudadana y de civilidad que tienen y con la que actúan, más de alguna se ha
excedido en prepotencia al sentirse superior a quién o quienes les cuestionan o
tratan de hacerlas respetar las disposiciones impuestas para el bien y
protección de todos.
Si bien es cierto que la gran
mayoría está respondiendo de manera positiva, es decir cumpliendo las medidas
tomadas, y aunque los brotes de actitudes contrarias son menores, sí denotan
una clara demostración de lo inmaduro, de lo irresponsable, de la prevalencia
del valemadrismo que ha caracterizado al ciudadano mexicano. Muchos quieren ver
sangre, otros requieren reglas duras que luego cuestionan, si no son
responsables de su propia seguridad y salud personal… ¿Lo serán para con los
demás?
Y dicen que lo peor está por venir,
si está actitud prevalece… ¿Serán necesarias medidas más duras, para así
respetar y cumplir las medidas adoptadas? Ojalá y no sea necesario, que la gran
mayoría siga manteniendo la calma y haciendo la parte que le corresponde, para
de esa manera no solamente superara la situación que se vive y la que
posiblemente se tendrá una vez que se normalice lo cotidiano, y de esa manera
salir más fortalecidos, más unidos y seguir trabajando por un país y
condiciones mejores para todos.
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