José Filiberto Figueroa Cacho
Es muy común observar que en
algunas familias lo padres transmiten su inseguridad a través de la
sobreprotección. Cómo si apareciera la idea que debemos de introducir en
grandes burbujas a los hijos e impedirles conocer la realidad. Esa sobreprotección
¿les ayuda o les desprotege? ¿Cómo evitar la sobreprotección? ¡Pues soltando!
Entender que no podemos tener el control total, de todo lo que nos rodea, hay
ocasiones que no tenemos ¡ni el control de nosotros mismos! Si entendemos esto,
cambiaríamos de actitud moviéndonos con naturalidad frente a los contextos.
El
apego es el vínculo que el niño hace con sus cuidadores. Los padres muchas
veces por temor e ineguridad adquiridas a través de su propia historia de vida,
enclaustran y privan de la oportunidad de aprender de la muchas veces crudezas
de la vida… Si como padres, somos asertivos y responsables podemos formar
eficientemente a nuestros hijos. Un niño consciente de que recibirá apoyo en sus
momentos de estrés, se desenvolverá seguro en el mundo.
Los
niños deben de jugar, caer, llorar, reir, enojarse, patalear. Necesita tiempo
para crear, soñar, aburrirse, jugar libremente para desarrollar su creatividad.
Según
la periodista Eva Millet, hay tres modelos de padres sobreprotectores:
Padres helicópteros. “Sobrevuelan”
sin cesar la vida de sus hijos, siempre pendientes en lo que piden los hijos.
Padres
Apasionados. Los que allanan el camino para que los hijos no se enfrenten a
dificultades.
Padres guardaespaldas. Prestos a
defender cualquier crítica sobre sus hijos.
¿Cuáles son las consecuencias de la
sobreprotección?
Transformar a los niños en tiranos.
Los niños sobreprotegidos piensan que pueden hacer lo que quieran pues no les
pasará nada; todo esto debido al excesivo respaldo paterno y la falta de
límites.
Incrementar los miedos. Tanta
protección evita que se enfrenten a sus miedos y los debilita.
Falta de autonomía. Un niño con
miedo no puede ser él mismo y causa frustración.
Nuestro rol de padres es orientar a
resolver problemas pero no hacerlo en lugar de ellos.
CONSEJOS
PARA EDUCAR SIN SOBREPROTECCIÓN
Deja que se enfrenten a
dificultades. Deben adaptarse a su entorno cambiante y así desarrollar sus
habilidades.
No
estés permanentemente atosigándoles.
Favorece que piensen por si mismo.
Permíteles que tomen iniciativas, pídeles opinión en diversos temas. Cuando
fallen en algo, no les critiques, sino ilústrale descriptivamente su decisión y
por qué no fue adecuada.
Asegúrate
de que realizan actividades con otros niños. Esto sin la presencia de adultos.
No les des todo lo que pidan y no
te anticipes a sus necesidades. Enséñales el valor del esfuerzo.
Debes estar a su lado para
apoyarle: no para solucionarle sus problemas que debe resolver.
Trátales de acuerdo a su edad.
Cuida
tus palabras. Contesta a sus dudas con más preguntas que inciten a la reflexión
y al aprendizaje.
Evita
darles órdenes. Normalmente las órdenes bloquean la disposición a una buena
educación. Describe lo que deben de hacer amablemente.
De
este modo tus hijos aprenderán y crecerán como personas, serán fuertes para
tomar su propias iniciativas y decisiones, serán valientes y no tendrán temor
al fracaso.
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