jueves, 5 de marzo de 2020

La educación y el carácter







Eduardo Ponce Llamas



En la formación de los niños, algo que debemos tener en cuenta es el carácter. El carácter se refiere a un conjunto de formas de ser y de sentir, rasgos de la personalidad y formas de relacionarse con los demás que tiene una persona. Generalmente, el carácter es cuando se habla del comportamiento de una persona en determinadas situaciones concretas.


Según René Le Senne, el carácter tiene algunas peculiaridades que vienen desde el nacimiento, debido a las hormonas gestadas y los genes desde el embarazo. Que el carácter es sólido y permanente, y por ello es la base de la identidad de la persona. Intervienen tres factores (emotividad, actividad y primariedad), que formarán combinados entre sí a ocho tipos de personalidad.

Una persona es emotiva si cambia rápidamente de estado de ánimo, si estos son muy extremos, si es muy impulsiva, si se altera rápidamente, y si siente frecuentemente sensaciones como ansiedad o inquietud.

Las personas activas son aquellas que necesitan estar constantemente ocupadas y lo hacen porque se sienten mejor así. Aunque una persona no activa también puede estar frecuentemente en movimiento, lo hará por obligación y no por su propia voluntad.

Una persona primaria sería aquella que vive en el momento sin preocuparse por el pasado ni el futuro; las personas primarias, debido a esta forma de vivir el momento, suelen ser rápidas en su forma de actuar y se emocionan fácilmente con las cosas, pero sus intereses son muy cambiantes. Sus emociones y preocupaciones no se mantienen mucho en el tiempo.

La parte más influyente en la formación del carácter es nuestra genética. Los rasgos que adquirimos de nuestros antepasados forman la mayor parte de nuestro carácter, conocida como temperamento. La personalidad se puede ir modificando a lo largo de la vida en función de nuestras experiencias vividas.

Combinando los tres factores del carácter (emotividad, actividad y primariedad), nos encontramos con ocho tipos de carácter distintos (– Colérico, – Apasionado, – Sentimental, – Flemático, – Nervioso, – Sanguíneo, – Apático, – Amorfo).

Las personas coléricas son impulsivas, extrovertidas, activas, innovadoras, excitables y habladoras. Se adaptan fácilmente a los cambios, suelen estar de buen humor, pero pueden enfadarse rápidamente, y en general son muy inteligentes y valientes.

Las personas apasionadas son agresivas y decisivas, con una tendencia al pragmatismo y la eficiencia. A pesar de que les gusta mantenerse en movimiento, también son más prudentes que los coléricos, y le dan mucha importancia a conceptos como el honor, la lealtad o la objetividad.


Las personas sentimentales tienen un componente emocional muy fuerte, pero que a la vez está frenado por sus valores. Por lo tanto, suelen sentir emociones muy poderosas pero persistentes, que pueden ser tanto positivas como negativas.




Los flemáticos tienden a ser calmados, controlados, introspectivos y muy inteligentes. Su paciencia les llevan a ser perseverantes y metódicos a la hora de conseguir lo que se proponen, y suelen permanecer impasibles frente a las dificultades.

Los nerviosos se caracterizan por sentir muy fuertemente todo lo que les ocurre. Suelen tener mucha energía, que se puede expresar de muchas maneras. Por ello, tienden a ser impulsivos, juguetones, susceptibles y frívolos.


Las personas con un carácter sanguíneo son calmadas y valientes, pero también tienden a ser egoístas, escépticas y cínicas. Les encanta trabajar y les apasiona el dinero, además de ser tremendamente prácticos.

Los apáticos tienden a tener pocos intereses, y se sienten más a gusto consigo mismos. Les cuesta relacionarse con los demás, y en general sus emociones suelen ser negativas y duraderas. Sin embargo, se encuentran bien en soledad, por lo que no necesitan la compañía de otros para estar contentos.

La principal característica de los amorfos es la pereza. Al vivir exclusivamente en el presente, no le dan mucha importancia a las consecuencias de sus actos y tratan de hacer lo mínimo necesario para cumplir con sus necesidades básicas. En general tienden a ser bastante tranquilos y se conforman con casi cualquier cosa; además, son muy fácilmente influenciables por otros. Como ejemplo de nuestros niños, ¿cuál es mi carácter y personalidad que ven en nuestra forma de comportarnos?


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