Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
El Volcán/Guzmán
Elementos
del Departamento de Tránsito de Ciudad Guzmán vienen realizando una campaña en
contra de quienes se transportan en motocicletas sin el equipo de seguridad y protección,
aplicando multa por la omisión y, en algunos casos, se ha denunciado vía redes
sociales, se les detiene el vehículo por no portar la documentación requerida
para comprobar la propiedad de la unidad en que se mueven.
Lo cierto es que en las calles de
Ciudad Guzmán es muy común no solamente observar personas que se transportan en
motos sin utilizar la protección requerida, como lo es el chaleco con
reflejantes y casco de seguridad, sino también con dos o más personas, muchos
de ellos menores de edad, de la manera más irresponsable, zigzagueando entre
los vehículos o colocándose adelante cuando, como unidad móvil, debiera de
respetar el derecho de paso de los demás.
Desde tiempo, por las calles de
Ciudad Guzmán circulan cada vez más vehículos a motor, siendo las mismas rutas
de siempre con las mermas de espacio que la creación de ciclovías les produjo
en avenidas tan importantes como Juárez o la Calzada Madero y Carranza. A ello
hay que agregar los cientos de motos que se han incorporado al tráfico diario,
cuando muchos de los negocios o comercios utilizan este tipo de movilidad para
hacer entregas a domicilio, empleados que se han visto involucrados en
accidentes, algunos de ellos fatales, por la forma como se conducen para
cumplir con la entrega.
Todo ello hace de calles y avenidas
un riesgo tremendo para conductores de vehículos, de motos y para los
transeúntes, la movilidad se ha complicado y más ahora con la puesta en
servicio de nuevas y grandes unidades para el transporte del pasaje urbano y de
los vehículos particulares o de los sitios que se han sumado para atender la
demanda del público que necesita movilizarse para cualquier punto de la ciudad,
razón por la cual se requiere, de parte de la autoridad del ramo, una mayor
aplicación que sancionar a motociclistas.
Las campañas que la dependencia hace
son generalmente de “temporada”, es decir, de vez en cuando y no de manera
permanente, mucho menos pareja, pues hay conductores de motos que circulan,
incluso en la zona centro, en unidades ruidosas, haciendo malabares y sin el
equipo reglamentario de seguridad y protección, a ellos no se les ha tocado,
mucho menos a quienes se transportan a velocidades que exceden los límites y la
prudencia, como sucede muy seguido por la Avenida Serafín Vázquez Elizalde,
bien por quienes practican motocross o turismo de montaña, o de personas que
tienen motocicletas de alto cilindraje y, ante la ausencia de vigilancia, se
exponen y exponen a los demás dándose gusto con la velocidad y generando mucho
ruido.
Es bien cierto que no habría
elementos suficientes para vigilar y en su caso sancionar a quienes infringen
las leyes y reglamentos en materia de vialidad, y de hecho no los hay y mucho
menos con el equipo que les permita vigilar y movilizarse para, cuando menos,
hacerse notar en zonas de la ciudad en donde impera el desorden vial, cuando
los repartidos de refresco o agua se estacionan en doble fila, en esquinas
tapando la visibilidad, pero como son de empresas poderosas nadie les dice
nada, y menos mejorará la situación, pese a las campañas de tránsito, si las
personas no hacen su parte, no solamente respetando límites de velocidad, el
uno a uno en cruceros, portando el equipo de seguridad y protección, sino
también no exponiéndose a ser atropellado o atropellando a los demás, es un
proceso de cultura que todavía no ha permeado bien en la sociedad y en gran
parte en conductores de vehículos a cuatro ruedas y motocicletas.
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