María
del Carmen Torres Avalos*
El ser
humano es por naturaleza emocional, si bien somos la única especie capaz de
razonar, también somos los seres que más fácil nos adentramos en lo que
sentimos. Cuando caminamos por las calles, se observan expresiones faciales y
corporales de la gente quienes en sus semblantes delatan sentimientos como:
miedo, felicidad, tristeza, ira… una gran variedad de emociones que se apoderan
del ser y que delatan lo que la persona en su entorno ha vivenciado.
De
acuerdo al enfoque Pedagógico de Educación Socioemocional, en el Programa de
Estudios vigentes de Educación Básica “Aprendizajes Clave”, la emoción es “un
componente complejo de la psicología humana. Se conforma de elementos
fisiológicos que se expresan en forma intuitiva y de aspectos cognitivos y
socioculturales consientes e inconscientes.”
De
tal forma que fisiológicamente el individuo funciona a partir de las células de
su cuerpo, éstas a su vez forman tejidos, los tejidos forman órganos, los órganos
aparatos y éstos últimos, los sistemas que mantienen el cuerpo vivo; el cuerpo
humano es tan perfecto que de manera armoniosamente funcionan el sistema
nervioso, músculo-esqueletico, circulatorio, respiratorio, reproductivo, inmune
y endocrino. Por tanto, cada una de las
emociones predisponen al cuerpo a un tipo de respuesta de acuerdo a la emoción
que se vive y el organismo reacciona de forma intuitiva y diferente a cada
emoción como: alegría, tristeza, amor, miedo, sorpresa, asco. (Emociones básicas de respuesta intuitiva)
Por
otra parte, los aspectos cognitivos y socioculturales son las formas racionales
de relacionamos con la realidad, asignando a ésta significados y sentido. La
razón es la capacidad para conocer el entorno natural y social, aquí es donde
se ubican a los sentimientos o emociones secundarias, mismas que se aprenden y
modulan por el entorno sociocultural y guardan una relación de pertinencia con
el contexto en el que se expresan como gratitud, respeto, perdón, benevolencia
contemplación estética, o bien envidia, celos, frustración, venganza.
Como
se puede observar las emociones básicas y secundarias se clasifican en dos
categorías, positivas o constructivas que producen estados de bienestar, por
otra parte, negativas o aflictivas que producen estado de malestar.
Si
bien el ser humano es emoción, también se puede asegurar que es conocimiento y
razón; cuando un alumno inicia su experiencia educativa en el nivel Preescolar,
ingresa con sus emociones básicas de respuesta intuitiva y con aprendizajes
sociales influidos por las características particulares de su familia y del
lugar que ocupa en ella. El paso por los diferentes niveles educativos, el
apoyo de los padres de familia y el contexto, son referentes muy importantes
para que estos alumnos desarrollen e
integren en sus vidas los conceptos de valores, actitudes y habilidades que les
permitan comprender y manejar las propias emociones, construir una identidad
personal, mostrar atención y cuidado hacia los demás, colaborar, establecer
relaciones positivas, tomar decisiones responsables y aprender a manejar situaciones retadoras de
manera constructiva y ética de acuerdo a lo que pretende el enfoque pedagógico
del Área socioemocional.
Dentro
de las escuelas y específico en las aulas, los docentes identifican a los
alumnos desde que ponen un pie dentro; pues su forma de caminar, su semblante,
expresión corporal, etc. Le indican al maestro que el alumno guarda una emoción
positiva o negativa. El mentor tiene los conocimientos adecuados para saber
cómo tratar al educando en ese preciso momento, e integrarlo al trabajo
escolar. De lo contrario tendrá a un cuerpo presente y una mente ausente en el
grupo y el estudiante no podrá construir conocimiento alguno.
Cuidar
las emociones y lograr que se interpreten de manera adecuada aportando a
nuestra vida tranquilidad y estabilidad es el ideal de todos los seres
racionales, debemos comenzar a revisar nuestras vidas, con la finalidad de
disfrutar de provechosos momentos.
¡Y
para lograrlo créanme, la escuela es muy importante, pero el contexto familiar
y social es más!
*Asesor
del Centro de Actualización del Magisterio en Ciudad Guzmán.
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