Primera
de dos partes
Martha
Eva Loera
Foto:
Abraham Aréchiga
Víctor
Manuel Pazarín está convencido de que la imaginación y el sueño son un viaje, y
de que siempre ocurre algo cuando una persona se traslada de un lugar a otro y
está abierta a la percepción. El viaje para él siempre es una sorpresa, y lo
inesperado siempre lleva hacia algo desconocido, aunque sea cotidiano, como lo
evidencia en Viajes inesperados, su último libro publicado bajo el sello de
editorial Keli.
El
libro está compuesto por textos divididos en cuatro partes: “Los pastores
nómadas”, “Viajes inesperados”, “Historia de dos cuerpos” y “Retorno al Reino
imaginario”.
Los
textos provocan en el lector la sensación de asistir a un concierto rico en
matices, colores, sensaciones y notas musicales. La primera parte inicia con
evocaciones al campo y los pastores. Posteriormente las notas se tiñen de
rareza en Eutropia, una ciudad imaginada por Ítalo Calvino, en el libro de
Ficción Las ciudades invisibles”, pero en el caso de Viajes inesperados
coincide con Guadalajara en una realidad paralela. Es una ciudad literaria con
su propia lógica donde lo extraño y fuera de lo común tiene carta de normalidad
y lo considerado normal, como un simple estornudo, es raro y puede ser objeto
de sospecha.
La
tercera parte puede ser imaginada primero, en blanco y negro, en ambientes
lluviosos, continúan escenas campiranas, alegres, soleadas, el libro remata con
un ambiente donde el sueño se confunde con la realidad hasta el punto de que el
lector no distingue entre ambos.
“Los
pastores nómadas” surge en 1996 como juego y necesidad por teorizar sobre temas
como la metáfora y lo que significa el símbolo poético. En esta parte la poesía
está presente. Los textos son pequeñas historias donde se describen asuntos que
tienen que ver con la teoría literaria y con la imaginación”, explica el autor.
El
segundo libro “Viajes inesperados” fue escrito entre noviembre y diciembre de
1997, cuando Víctor Manuel Pazarín trabajaba en un edificio ubicado por las
avenidas Alcalde y Los Maestros. Enfrente estaban apuntalando el edificio de la
Secretaría de Educación Pública. El autor cuenta que había muchos trabajadores
y unas estructuras extrañas para el entorno. Él tenía que cruzar un pasillo muy
largo todos los días, y vivió momentos singulares.
“Atrás
de la construcción se instaló un circo, y todo me llamaba a la imaginación y la
escritura. De pronto, me sorprendía y me angustiaba, y me parecía que no era
yo. Entonces en esos estados alterados escribí textos de todo lo que me ocurría
durante el día, mientras trabajaba. Yo escribía sin pensar, sin saber qué
escribir, y en ese orden un tanto sonámbulo fue que surgen esos textos, y el
título del libro porque esos viajes fueron como intermitentes”.
Los
pequeños textos que componen esta segunda parte están escritos como
impresiones, a la manera de un diario, de acuerdo con las vivencias
cronológicas del autor. Hay algunas que se entrelazan y forman parte de una
historia. Se conjugan la crónica y el cuento. Los desenlaces dejan muchos hilos
a la imaginación de los lectores. Los cuales se convierten en colaboradores del
autor. De manera que cada uno podría leer una historia distinta.
El
tercero y cuarto libro fueron escritos entre el año 2004 y 2005, al mismo
tiempo que escribía la novela Miedo al vacío.
Fue
un sábado, después de una plática con un amigo, cuando Pazarín se dio cuenta de
la relación que existía entre los textos que conforman Viajes inesperados, y
decidió reunirlos en un libro, ya que concluyó que estaban hermanados.
PARA TI, ¿QUÉ ES EL VIAJE?
Un
viaje puede resultar de la cama al baño; del baño al comedor o de la sala hacia
un espacio o un jardín. Siempre ocurren cosas cuando uno está abierto hacia la
percepción, y en realidad, éste es el viaje. Para mí la imaginación y el sueño
son un viaje. Éste es un traslado hacia alguna parte ¿A cuál?, no sé, pero
siempre nos lleva a un lugar. El viaje es siempre una sorpresa, y lo inesperado
siempre nos lleva hacia algo desconocido, hacia algo que no sabíamos, aunque
sea cotidiano. Entonces para mí la imaginación es un viaje, para mí el sueño es
un viaje.
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