Samuel Gómez Patiño
En uno de mis artículos anteriores
escribí sobre el libro “México Bizarro” de los autores Alejandro Rosas y Julio
Patán, con temas interesantes sobre nuestro México, sus historias, leyendas y
mitos que hemos creído, mentiras que han generado una cultura e idiosincrasia
especial en el colectivo mexicano.
También escribí sobre Andrés Manuel
López Obrador, recién era electo presidente de México, pero que a muchos le
pareciera el “Mesías” que cambiaría de la noche a la mañana nuestro país
convirtiéndolo en el “Más feliz del mundo”. Por cierto, en esa ocasión les pedí
disculpas por tratar asuntos de política y les mencione que no era seguidor de
Morena y aún tengo mis reservas ante el nuevo gobierno, que como una vez dijo un
empresario “gano tanto, hasta para que me roben mis empleados”, bueno AMLO (la
marca número uno de 2018) ve en cada mexicano (excepto a él) una persona
corrupta y en cada acto (menos las de sus seguidores) corrupción.
Como prueba, cierra las guarderías porque
todas roban, distribuye la gasolina en carros porque todos son huachicoleros,
cambia la construcción del nuevo aeropuerto porque se licito mal, en fin, en
cada decisión, todos estamos mal, menos él. Que levanten la mano quienes dicen
que si al jefe sin pensarlo.
No digo que no exista la
corrupción, pero tampoco creo que todos seamos corruptos y que sea imposible
acabar con estos actos. Sus decisiones afectan a los corruptos, pero también a
quienes lo hacen bien, personas honestas, trabajadoras y conscientes de hacer
algo mejor con su vida.
En días pasados escuche las
noticias y, no sabía si reírme, llorar o cambiar de país. Hay de puntadas a
puntadas. Todos sabemos que es visceral para tomar decisiones, pero rifar el
avión. Me parece que ahora si “se le va el avión”.
El avión es un símbolo de la
corrupción de los gobiernos pasados, pero al final de cuentas ya está y me
suena más a capricho que a una verdadera estrategia de recabar fondos, según él
(porque no muestra pruebas) de haber mal gastado del erario el anterior
presidente. En un país, donde sembrar la desconfianza es un gran negocio, AMLO
lo practica muy bien.
Ahora, el problema no es vender
boletos de $500.00 pesos cada número, sino qué pasa con el que se lo gane.
¿Cuántos boletos se tendrían que vender para recuperar el valor del avión?
Aparte de lo que se ha gastado por mantenerlo inactivo y rentando un hangar
donde seguramente no solo cuesta el espacio, sino también el mantenimiento y
movilidad.
Hay que reconocer el haber unido al
país en una dirección: “Memes contra la rifa del avión”. ¿Cuántos se
aparecieron en tu Facebook, Instagram, Twitter y cualquier otra red social?
Desde el que vende su “Vocho” para tener donde estacionarlo hasta el que lo
quiere para ir por las tortillas.
“Abrazos no balazos”, es mejor
morir de amor que por los agujeros que las balas de los “que se portan mal”,
“que les den trabajo a las abuelas”, al fin y al cabo, ya no tienen nada que
hacer. En su gabinete y partido no hay Bartlet que sea corrupto, tampoco
Bonilla’s que traten la ley a su antojo.
Hasta para decir un chiste hay que
tener gracia, y el señor presidente no la tiene.
Sus otros datos no le permiten ver
que en su primer año completo hubo más asesinatos, más inseguridad y que él con
toda seguridad nos dice que la guardia nacional está cumpliendo con su
objetivo, ¿Por qué no da la cara a los padres y familiares de los
desaparecidos, secuestrados y muertos por todo lo largo y ancho del país?
Los niños con cáncer son víctimas
de sus arcaicas ideas, solo él tiene la razón y los desabastos de medicamentos
son por culpa de farmacéuticas corruptas, están equivocados los padres de los
niños que hoy sufren y en algunos casos morirán por falta de medicamentos y
tratamientos. ¿Me pregunto cómo estará
su conciencia?
Alguna vez comento que México sería
el país más feliz del mundo durante su mandato, los ciudadanos responsables no
debemos ser comparsas de estas mentiras y empecemos a exigir desde nuestras
trincheras, más seriedad señor presidente, deje las mañaneras para marearnos y
de verdad, que alguien le diga que no es ningún Mesías, si es que sabe quién
fue.
Ya estoy leyendo el segundo libro
del “México Bizarro” y estoy convencido que se van a publicar más historias con
un “México Bizarro después de AMLO”.
Por lo pronto, ya tengo mi boleto…
Me gustaría leer tú opinión, puedes
escribirme al correo samuelgomez@uabc.edu.mx o en
Facebook: Samuel Gómez Patiño
*Director del Área 1 y
Miembro del Club Toastmasters
Ejecutivo de Tijuana
Licenciado y Maestro en
Administración de Empresas
Catedrático en la Facultad de
Contaduría y Administración, en Tijuana
Universidad Autónoma de Baja
California
Asi es pero ya sabes " Hay otros Datos ".
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