Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
Por
considerar riesgoso para los fieles que acuden al Templo El Sagrario, de Ciudad
Guzmán, incluso para las personas que cruzan su atrio por mera necesidad o
casualidad, es conveniente que las autoridades eclesiales solicitaran el apoyo
o asesoría del Gobierno Municipal de Zapotlán el Grande, a través de sus áreas
de Ecología o Parques y Jardines, para que se verifique el estado que guardan
dos de las palmeras que se ubican, una muy cerca del ingreso al sagrado
recinto, y la otra que “cobija” la figura en bronce del ilustre benefactor de
la ciudad, Don Silviano Carrillo Cárdenas.
Dichas palmeras, que por cierto
tiene sentadas sus raíces en el bordo del cuadrante de concreto que hace las
veces de asiento para las personas, de allí el riesgo, tienen todas las
características de haberse secado, no se sabe si por causa de plagas, por el
sitio donde crecieron y sentaron sus raíces, o tal vez por que terminó su
ciclo, lo cierto es que, a simple vista y por el estado en que se encuentran,
pudieran significar un riesgo latente de caerse a causa de un probable
ventarrón o bien porque ese pudiera ser el paso que siguen por haberse secado.
De hecho, y aún estado vivas las
palmeras del atrio del Templo El Sagrario, de manera continua y en tiempos
pasados dejaban caer sus palapas ya secas a causa de los vientos que suelen
soplar y a veces muy fuertes, en ciertas temporadas del año. No se sabe de
alguna de éstas haya caído sobre una persona ocasionándole algún daño en su
economía corporal, pero de eso se trata, de que no se corra el riesgo, por
nadie, ante la posible muerte de estas dos palmeras.
De allí la propuesta de que las
autoridades responsables del inmueble soliciten la intervención de la autoridad
para que los auxilien, bien para corroborar de que las palmeras han muerto o
aún, cuando menos una de éstas tiene la posibilidad de sobrevivir, o en su caso
para su derribo y retiro para que no vayan a ocasionar alguna afectación, tanto
a la estatua de don Silviano Carrillo o persona que se cruce en el monto de una
probable caída de palapas o de la misma palmera.
Recordemos que este es un sitio
público y a él concurren muchas personas, sobre todo los días domingo para
asistir a la celebración de la santa misa, y que es más importante prevenir que
lamentar, razón por la cual se sugiere que se tomen las medidas pertinentes, en
tiempo y forma por las partes que tienen competencia en atender el asunto. Una
caída de una palapa desde las alturas de una de estas palmeras, por su tamaño y
peso, constituye un peligro y más si lo hace sobre una persona que esté en el
momento y en el lugar equivocado, y más si es la palmera completa. Ojalá y se
tome cartas en el asunto.
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