Páginas

lunes, 2 de diciembre de 2019

El Irlandés







Cine sin Memoria



José Luis Vivar



Desde su anuncio como película de Netflix, El Irlandés de Martin Scorsese, llamó la atención de los medios por tratarse de un director del Hollywood tradicional. Sin embargo, era un hecho que deseaba colocar su obra fílmica en una de las plataformas digitales más importantes del mundo. De esta manera, el mencionado director le entraba al Streaming, para estar a la vanguardia, y confirmar lo que se viene diciendo desde hace ya rato: el cine no se limita a las salas, sino a otros dispositivos electrónicos, lo que al mismo tiempo permite al espectador ver la película en el lugar y en el horario que más le convenga.  

            Y aunque a escasas semanas de su estreno, Scorsese generó polémica por su dura crítica a las películas de Marvel, hizo pensar que esto podría afectarle, no fue así, y El Irlandés por fin llegó a las pantallas -en nuestro país se estrenó apenas el pasado 27 de noviembre-, y desde entonces se ha convertido en un éxito que seguramente llamará la atención de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, para ser nominada en varias categorías de los Premios Óscar.




            Con un presupuesto de 150 millones de dólares y tres horas con veintinueve minutos de duración, esta película resulta sumamente atractiva, gracias a la impecable fotografía de Rodrigo Prieto -algunos planos y desplazamientos de cámara son extraordinarios-, y también a los efectos especiales como el al-deaging, que hace posible rejuvenecer los rostros de los principales actores: Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci, con lo cual hace más verídico el proceso de envejecimiento de sus personajes.

            Es así como siguiendo la tradición iniciada con Mean Streets (1973); Goodfellas (1990) y Casino (1995), El Irlandés cuenta la historia de Frank Sheeran, quien desde un asilo narra al espectador su vida, la cual comprende varias etapas: combatiente de la Segunda Guerra Mundial; camionero transportista de carnes; pintor de casas; guardaespaldas de Jimmy Hoffa y líder camionero. Por eso mismo la historia no es del todo lineal, sino que tiene saltos que permiten desplazarse al pasado al presente, en tres décadas: 50’s, 60´y 70’s.

            La existencia de Sheeran se divide entre su familia -a la que ama con verdadera devoción-, y estar al servicio de quienes lo contratan, lo mismo para manejar un camión que para pintar casas -una forma sutil de llamar a los asesinos que en el interior de las viviendas de sus víctimas manchan de sangre las paredes-, todo esto haciéndolo con rigurosa disciplina; si es que el acto de matar puede llamársele así.

            Aunque los escenarios se repiten en diferentes tiempos, el centro principal de esta película es la relación de Sheeran con Jimmy Hoffa, cuyos tentáculos en la mafia se extienden por toda la unión americana y llegan hasta las mismísima Casa Blanca, dejando entrever que su gremio tuvo mucho que ver con la candidatura y triunfo de John F. Kennedy, y cómo esa relación idílica se truncó al momento de perder la isla de Cuba, y del fracaso que significó la Bahía de Cochinos.




            Perder los casinos y todo lo que de ellos se generaba en la tierra de Fidel Castro, fue una terrible derrota económica para esos grupos mafiosos, así como y la pérdida de la confianza en el joven presidente que se convirtió en un enemigo a vencer, y que un 22 de noviembre de 1963 por fin pusieron fin a su vida.

            Todo lo anterior es narrado en El Irlandés, con la jerga habitual de los gánsteres y esos giros lingüísticos que los traductores al español tratan de dar un significado acorde la cultura mexicana. Palabras en clave, gestos, muchos gestos que equivalen a silenciar a alguien que se está pasando de los límites.

Sheeran es testigo del ascenso y declive de Hoffa, cuyo paradero aún se ignora, pero que permitió poner fin a una época de cacicazgo, cuyo equivalente en los Estados Unidos sería simplemente dictador y que, a pesar de las advertencias de Sheeran, nunca hizo caso. Sus palabras más que una advertencia, son lapidarias para quien las escucha: “Si ellos mataron a un presidente, no les costará nada hacer lo mismo con un líder de camioneros”.

            El Irlandés es fiel a sus amos y a sus principios criminales. No es alguien que tenga dudas o remordimientos. Cumple lo que le ordenan y hace lo que mejor le parece, sin importar las consecuencias, aunque es del todo perceptible que algunas de esas acciones le duelen porque en su familia, sobre todo su hija Peggy, sabe muy bien a lo que se dedica.

            No se sabe si esta película con el paso del tiempo llegará a convertirse en un clásico, pero sí es posible concluir que se trata una obra maestra del género, y que Martin Scorsese logra salir airoso en su primera experiencia en las plataformas digitales. 


El Irlandés       
DirectorMartin Scorsese
Año: 2019
ProducciónMartin ScorseseRobert De NiroJane RosenthalGastón PavlovichEmma Tillinger Koskoff
ProductoresRobert De NiroMartin ScorseseRandall Emmett




No hay comentarios.:

Publicar un comentario