Un
momento por favor
J.
Jesús Juárez Martín
La
celebración del “Aniversario 109° del Inicio de la Revolución Mexicana” se
rememoró con el Desfile Deportivo Escolar del día 20 de noviembre en Ciudad
Guzmán, entusiastas, alegres, numerosos
contingentes disciplinados con personajes históricos de la lucha revolucionaria,
la mayoría adecuados y encuadrados al momento histórico, fondos musicales
con canciones de aquel tiempo, aunque no
faltaron regatoneadas y una que otra perreada, afortunados simulacros de lucha,
tablas gimnásticas, bailables que destilaban juventud, contingentes de escuelas primarias,
secundarias, Colegios, bachilleres, presentes instituciones militarizadas,
Águilas de México y muchos otros contingentes;
cerraron el desfile personal del Pentatlón, los Servicios Municipales
como la ameritada Cruz Roja, el Cuerpo de Bomberos, tuvo destellos de elegancia
que contrastaban con algunos materiales preciosos de artesanía huichol “Los ojos de Dios” que una primaria orgullosa
los mostraba en su marcha y movimientos,
que con música adecuada, simplemente un acierto; los deportistas destacados de
Zapotlán lucían su medallas como si fueran racimos de uvas sobre sus henchidos
pechos... tal vez un desfile largo y con espacios grandes entre algunos
contingentes que dedicaban en diversos lugares su actuación. Considero que la
convocatoria del Desfile tuvo buena respuesta entre los involucrados y tal vez
la ausencia de niños como público se debió
a l cuidado y seguridad de ellos que en su contagiosa alegría podrían
haber protagonizado algún problema, pero a ellos es el mensaje histórico, de fomentar el amor a la patria , de conocer
sus luchas históricas, los valores que forjan patria y que se pretende trasmitir como esencia de nuestra
identidad nacional, lo importante es el amor a la patria, respeto, cuidado y educación
a las nuevas generaciones.
Hablando
del desfile de la Ciudad de México que admiramos una buena parte a través de la
caja electrónica de la T. V., grandioso, excelente organización y estupenda
realización en un marco de un público que reconoció y aplaudió la presentación
del contingente militar, las acrobacias, la marcialidad, la disciplina y la
temeridad en algunos eventos presentados y con uno que otro incidente para que
no faltara la emoción, corporaciones, grupos de
deportistas, caballería, charros,
instituciones escolares y de diferentes
rangos de ocupaciones en la diversidad de participantes, alegorías
nacionalistas, de lucha, pero sobre todo
las actuaciones individuales colectivas que muestran el material humano de la
juventud mexicana cuando construye y se concentra en la superación personal y
colectiva, con respeto apoyo y apertura,
mostrando los valores forjados que ya poseen.
Copados
los riesgos por la Guardia Nacional, de alterar la celebración por parte de
campesinos, que tal vez en el momento actual se presentan como protagonistas de
reclamos por un México más plural y con mayor equidad para todos, pero que los
riesgos de violencia son caldo de cultivo para luchas tantas veces regresivas,
sangrientas y no soluciones.
No
festejamos la Revolución Mexicana como antología de violencia de tantos grupos,
sino el anhelo de construir un México
más humano, incluyente, menos injusto,
con visión y anhelo de producir y ganar lo necesario para una vida digna,
colectiva y personal con respeto y tolerancia a los pequeños desvíos de
obnubilación de buena fe, vivir
trabajando y en paz, dispuesto al diálogo sin descalificar porque se piense diferente, buscando la
justicia en los quebrantamientos a las leyes con capacidad jurídica y
rectitud de los juzgadores.
En
fin son enunciados que invita a la reflexión que concientice y apertura el
indispensable diálogo y acciones conducentes, ante la diversidad de acciones,
pensamientos, objetivos con humanidad y respeto a los demás y sin violencias
que dañen o desaparezcan personas o grupos que se interesen por la superación
del país.
Las
reflexiones nos lleven a desear, querer, idealizar un régimen realizable con ribetes de utópico para un país de los más altos valores
humanistas y trato respetuoso entre los diversos grupos en las relaciones
diversas de convivencia, trabajo, gobierno,
espiritualidad constante respetuosa y fluida... y tal vez esa sea el
dinámica de la humanidad que nunca ha tenido ni la fórmula y ni la aceptación
universal de un sistema de gobierno u
organización social.
Lo
real es que vivimos, viendo caer pedazos de nuestra patria, vidas humanas, como
individuos, grupos sin seguridad social, una constante guerrilla entre
organizaciones fuera de la ley, militares y guardia nacional, desplazamiento de
los lugares de origen por la pobreza o falta de condiciones para vivir en paz y
trabajo y todos esos bienes son parte del patrimonio que llamamos Patria, por
eso se asegura que el país parece caer en pedazos , porque hasta de una fuerza
poderosa se carece , porque si la hubiera tal vez ya estaríamos en la absoluta
tiranía de grupo o de personas.
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