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lunes, 7 de octubre de 2019

“Parece que fue ayer...”









Un momento por favor


J. Jesús Juárez Martín




El tiempo no detiene su marcha y los años transcurren alegremente dando lugar a la vida de quienes la disfrutamos o sufrimos, porque gozosa en sí, sobrevivir tiene un precio, en ocasiones, doloroso vivir y difícil para lograr los objetivos de la convivencia grata, enriquecedora.

En esta Región Sur de Jalisco, esperamos el mes de octubre con entusiasmo, porque se viven con intensidad las fiestas en honor al Sr. San José de Zapotlán,  se inicia fuerte la celebración desde el domingo cuarto de septiembre  con el anuncio gozoso de las cercanas fiestas juramentadas desde 1749 y ratificadas cada día 22 de octubre en especial en 1806, año de otro intenso temblor el 25 de marzo cuando se derrumbaron las diferentes bóvedas del templo parroquial, que se ubicaba en parte del jardín y del actual templo del Sagrario, quedando sólo dos partes de techo sin derrumbarse, el que cubría a la escultura de San José y el del Fraile, predicador de los ejercicios espirituales al que asistían los fieles llenando el templo; recordamos finalmente  de 1985, el temblor  que dejó daños en la mitad de casas en esta ciudad y muchos muertos el 19 de septiembre. El templo parroquial y desde 1972 Catedral en esta Diócesis de Ciudad Guzmán; es centro de fe Josefina y a la Sagrada Familia.

El día 6 por la tarde de cada octubre, llega a Catedral el enroso para las puertas, como ofrenda floral del pueblo a la Virgen del Rosario, esposa de San José en Nazaret y la Iglesia católica,  celebra el 7 de octubre la fiesta de la Bienaventurada Virgen María del Santísimo Rosario.    En el siglo XVISan Pío V instauró en este día y mes, aniversario de la victoria en la Batalla de Lepanto, donde las fuerzas cristianas derrotaron a los turcos que pretendían invadir Europa, la victoria, se le agradece a la Virgen el desenlace de victoria, llamándola Nuestra Señora de las Victorias; además, se agregó a la letanía de la Virgen el título de: Auxilio de los Cristianos. Son los antecedentes de estas fiestas Josefinas y Juramentadas.

Concretamente se programan las actividades que incluyen mañanitas, peregrinaciones, Eucaristías, rosarios con predicación, serenatas quema de castillos y patrocinadores, orden de las peregrinaciones y quienes peregrinan, quienes cultivan la flor, lugar del tejido de los enrosos de cempasúchil...

El solemne novenario termina el día 22, pero el día 23, es de verdad apoteótico, la población se vuelca a las calles para ser testigo de la marcha triunfal de la Sagrada Familia, ser actores de los vivas a las sagradas imágenes, las explosiones, los remolinos de aplausos que se prenden como ristra de cohetes con estruendo de dicha colectiva, de un pueblo bendecido por la tradición y la fe al Santísimo Patriarca  María y Jesús, precedidos por contingentes que rinden tributo  con alegres sones que danzan frenéticamente sus sones tradicionales en los más de 30 grupos de sonajeros y danzantes, que vienen intercalados entre  los carros alegóricos de un  recorrido lento de paso poco más de dos kilómetros, el lugar culminante de este desfile de carros alegóricos es pasar frente a Catedral donde Su Excelencia, Obispo de esta Diócesis Sr. Oscar Armando, preside con otros dignatarios eclesiásticos, el paso de los contingentes. Regresan al lugar de inicio, en el Santuario, bajan las imágenes del Trono y en los hombros son llevadas ese día 23 al atardecer a casa de la Mayordomía, donde los fieles visitan la Familia singular de Zapotlán por la noche, porque ahí  pernoctan las Imágenes, a la mañana siguiente en esa casa o en la calle se celebra la Eucaristía, para luego regresar a Catedral a los venerados visitantes, con el acompañamiento de Banda de Guerra, cuadrillas de sonajeros, los cargadores, muy cercanos a todos los movimientos de las Imágenes. En Catedral se oficia la Misa de regreso a las 12 horas y a Dios  gracias. Terminan las fiestas de este año.

Por la noche se busca por sorteo el o los nuevos Mayordomos de las fiestas del años 2020, entre quienes se inscribirán y se sortean los números adquiridos, el último número en sacarse de la urna, será el afortunado y desde ese momento hay Mayordomo para que la tradición y fiestas josefinas continúen.

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