Los conjurados
Ricardo Sigala
Desde hace 77 años, justo en los días de la feria, la
comunidad cultural de Zapotlán el Grande ha estado atenta a la nota más
importante en el ámbito literario de la ciudad: el dictamen del tradicional
certamen de poesía conocido como los Juegos Florales. Este premio representa
uno de los capítulos más importantes de nuestra historia literaria, un
recorrido somero nos puede dar una idea de su relevancia. En su primera
edición, en el remoto 1942, el ganador fue el poeta Joaquín de la Fuente del
estado de Chihuahua y en los años cincuenta lo consiguieron los zapotlenses
Juan José Arreola y Roberto Espinoza Guzmán; en las últimas décadas del siglo
XX los nombres de Artemio González García, León Plascencia Ñol y Luis Armenta
Malpica acrecentaron su prestigio más allá de nuestras fronteras regionales, y
en el siglo XXI el premio ha sido un promotor de las nuevas generaciones de
poetas del sur de Jalisco, desde Alfredo Cortés Sánchez y Martín Adalberto
Sánchez Huerta hasta los más jóvenes como Lizeth Sevilla, Hiram Ruvalcaba y
Alejandro von Düben. Pues bien, en esta ocasión, en su edición 2019, la
expectativa se prolongó hasta el pasado 11 de octubre en que el comité
organizador publicó los resultados en los que se anunciaba como ganador de esta
edición al poeta nayarita avecindado en Guadalajara, José Luis Amparo González
por su poema “Oda al padre”, y otorgaba una mención honorífica al poeta
colimense José Carlos Castro Juárez por su poema titulado “Espejos de sombra”.
Un
jurado, integrado por los poetas Guillermina Cuevas, Gustavo Íñiguez y Ernesto
Lumbreras, dictaminó que el poema “Oda a mi padre” de José Luis Amparo González
destaca por encima de los otros 81 participantes, “por su vitalidad que no cede
al desahogo sentimental y deviene en meritorios pasajes de evocación”. José
Luis Amparo González es médico de formación y desde el año 2006 ha ganado cerca
de veinte premios nacionales de poesía, entre los que destacan el Premio
Nacional de Poesía “Amado Nervo”, el Premio Sahuayo de Literatura y los Juegos
Florales Nacionales de Lagos de Moreno, entre otros.
El 18
de octubre a las siete de la noche, se realizó la premiación en el auditorio “Consuelito
Velázquez” de la Casa de la Cultura de Ciudad Guzmán, el poeta recibió su
constancia de ganador, una tradicional flor natural bañada en oro y un premio
económico de $15 mil pesos. Un dato a destacar es que tanto la organización
como el patrocinio del premio corren a cargo del ayuntamiento de Zapotlán el
Grande.
Los
Juegos Florales de Zapotlán el Grande se fundaron en el año de 1942, en el
siglo XX se desarrollaron de manera intermitente, pero a partir del año 2001 se
han organizado de manera ininterrumpida, lo cual es una señal de la vitalidad
de la actual cultura literaria del sur de Jalisco, pues en las últimas 19
ediciones 13 han sido ganadas por escritores nacidos o avecindados en la
región, y en la edición anterior los ganó el prestigioso poeta chiapaneco Balam
Rodrigo. Los tradicionales Juegos Florales son parte de la Feria de Zapotlán y
por lo tanto de nuestras más arraigadas tradiciones y como tales nos
proporcionan identidad. Su existencia honra la rica tradición literaria de la
región y en especial hace homenaje a aquel grupo de intelectuales visionarios
que en el ya remoto 1942 los hicieron posibles. Larga vida a los Juegos
Florales de Zapotlán el grande y felicidades a José Luis Amparo González,
ganador de la edición 2019.
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