Juan
José Ríos Ríos
Abandonado
prácticamente a su suerte por el CDE estatal y tan sólo por el interés de unos
cuantos fieles a sus colores, el Partido Revolucionario Institucional (PRI)
sobrevive a su peor crisis de todas las épocas, cuando han pasado a la historia
sus mejores años de triunfo, de una nutrida militancia y sobre todo haber dueño
del poder político en el Municipio de Zapotlán el Grande por muchas décadas,
cuando muchos se sirvieron ocupando cargos públicos o candidaturas y que hoy,
lejos de aportar por su recuperación, simplemente dejan el barco.
Pero el panorama no es único en
Zapotlán, hay municipios en peores condiciones, como es el caso concreto de
Tecalitlán, donde nadie quiere saber nada del PRI, mucho menos ocupar cargos de
dirigencia, habiendo sido, junto con Tamazula y Zapotiltic, los pilares fuertes
del Distrito 19, que daban votos y con ello triunfos en pasadas elecciones, un
panorama nada grato para los intereses de este partido en Jalisco y que parece no
preocupar, en lo más mínimo a su actual dirigente estatal, ingeniero Ramiro
Hernández García.
Esto se sabe de las circunstancias y
del abandono que se viven en Ciudad Guzmán, cuando no llegan recursos
económicos para solventar los gatos y cubrir las necesidades de operación de un
comité con encargado, pero sin gente, cuando los fieles militantes fueron
incluso relegados por anteriores “dirigentes”, cuando se dejó fuera a los
“viejos” y se creyó que la juventud podía sacar adelante los triunfos del PRI en
Zapotlán y, lejos de ello, se sufrieron las derrotas contundentes que hoy
mantienen postrado en un tercer o cuarto sitio en las posiciones de preferencia
electoral.
Malo que la dirigencia estatal no
canalice interés por la recuperación de un distrito que dio votos para que el
último “Gobernador” de Jalisco llegara al poder, y mucho menos recursos de los
que recibe seguramente como apoyo de los dineros que el INE canaliza año con
año a los partidos políticos. Acá no llegan los recursos financieros y se sostiene
de lo poco que aportan unos cuantos miembros activos. Es tal el abandono que,
se supo de manera extraoficial, que desde el 2017 no se había reunido el
Consejo Político Municipal y en la que se celebró en este año se puso de
manifiesto el grado de deterioro en que ha caído el PRI local.
No hay priistas que acudan al
llamado para sumar fuerzas y sobreponerse del estado que guarda el Comité
Municipal de la cabecera distrital, y si los hay, el CDE no se tibia en venir y
convocar, “calentar” el ambiente para que se inicien los trabajos tendientes a
enfrentar las ya próximas contiendas electorales con miras al 2021. Se sabe,
también de manera extraoficial, que se pretende renovar el Comité Directivo
Municipal, que muy seguramente en los primeros días del onceavo mes del año,
noviembre, se lance la convocatoria para la participación del cambio.
Habrá que ver los términos de la
misma, si el mismo CDE no pone trabas para que “viejos” y jóvenes se sumen a
las filas del tricolor, o si siga prevaleciendo el estigma para quienes fueron
gentes activas, sin pedir nada a cambio y dando su tiempo y su esfuerzo por una
causa en la cual creían, cuando se consideraba que el PRI, ideológicamente, era
el mejor partido para gobernar el municipio, el estado y el país. Mucho del
resultado que se tenga sin duda alguna se logrará en la medida de que la
dirigencia estatal deje el estado de confort que mantiene en la capital del
estado y salga a desgastar suela, a sudar y comer polvo recorriendo los municipios del Distrito 19 para cuando
menos se dé cuenta en qué estado se haya, y con ello tomar las medidas y
decisiones que permitan al PRI recuperar espacio, credibilidad en la sociedad,
de otra manera se seguirán quedando sin gentes que le quieran entrar al
paquete, porque pesa mucho y más por el abandono en que se les tiene a los
comités municipales.
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