El Volcán/Guzmán
La agricultura intensiva
en zonas como la cuenca de la laguna de Zapotlán es posible, pero debe
realizarse con un plan de protección del suelo, alertó el investigador de la
Universidad de Salamanca, doctor Juan Fernando Gallardo Lancho, durante su
participación en la apertura de actividades del XIII Congreso y 19 Taller
internacional sobre Cuencas y Humedales que tiene como sede el Centro
Universitario del Sur (CUSur).
De
acuerdo con el académico español, dicho plan de protección del suelo debería
considerar la disminución del azolve o colmatación de la laguna, a partir de la
población de las laderas en la montaña con plantas forestales y con el desvío
de causes de agua de lluvia, así como alejar la agricultura intensiva “lo más
posible” del lago, para evitar la acumulación de residuos orgánicos que
propicien la aparición de malezas como el lirio y las algas, y que disminuya la
fauna acuática.
“…no
solo es la protección en las laderas, que se hace a través de foresterías o de
aterrazamiento o desvío de aguas torrenciales, sino también tiene que haber una
zona de protección donde esos sedimentos se sedimenten, valga la redundancia, y
no alcancen el lago, eso es lo primero. Y luego, la otra parte de contaminación
que sería la agricultura intensiva, retirarla lo más posible del lago para que
no se eutrofice, que se llene de elementos químicos que van a llevar a la
muerte del lago”.
Gallardo
Lancho agregó, que si bien los suelos de mejor calidad y sanidad deberían
destinarse principalmente a la producción de alimentos, esto no ocurre, ya que
las civilizaciones y los desarrollos urbanos se han asentado en valles o llanos,
“significa que los mejores suelos quedan bajo el asfalto”, sentenció.
Durante
la conferencia “Importancia y servicios del suelo para la sobrevivencia
humana”, el investigador de la Universidad de Salamanca señaló que a nivel
global 33 por ciento del suelo está degradado, y de manera anual se pierdan
entre 2 y 3 centímetros de suelo, un recurso no renovable con funciones básicas
para el desarrollo de la humanidad al proveer de alimento y energía, entre
otros elementos.
En
la inauguración, el Secretario Académico, Andrés Valdez Zepeda precisó
que la Universidad de Guadalajara fomenta la cultura de respeto al medio
ambiente y de apoyo a los proyectos de sostenibilidad que se impulsan desde
diversos ámbitos, a partir de la docencia y la investigación.
Por
último, el director del Centro de Investigación Lago de Zapotlán y Cuencas
(CILZC), J. Guadalupe Michel Parra detalló que estas actividades
nacieron hace 19 años por la iniciativa de conservación de 2 sectores beneficiarios
de la laguna: los pescadores que contribuyen con la alimentación de la
población, y los artesanos que dan identidad cultural a Gómez Farías con sus
creaciones de lirio y tule.
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