El
Volcán/Sader
Con el
fin de promover alternativas rentables y sustentables, se está impulsando el
sistema milpa que implica la producción de maíz acompañado de chile, frijol y
calabaza en la misma parcela, una técnica prehispánica ancestral que facilita
la restauración de los terrenos agrícolas y la reducción del consumo de insumos
sintéticos.
Como
ejemplo de lo atractivo de este modelo productivo, el técnico de la Secretaría
de Agricultura y Desarrollo Rural de Jalisco (SADER), Domingo Huerta Aréchiga,
destacó que al tener gran demanda comercial, el frijol producido bajo este
esquema origina ingresos muy atractivos que hacen rentable el modelo al
añadirse también los ingresos obtenidos por el maíz, el chile y la calabaza.
El
agrónomo detalló que el año pasado “al productor le llegaron a comprar el
frijol berrendo en 50, 55 y hasta 60 pesos el kilogramo. En el mercado andaba
hasta 75. El berrendo que no lo hay, porque prácticamente tienen poquito, anda
hasta 90 pesos el kilogramo. Vamos diciendo en ese mejor momento a 50 pesos el
kilo, el costo de producción por hectárea, puede andar —en todos los cultivos,
tanto en maíz, frijol, calabaza, chile y garbanzo— en alrededor de 25 o 30 mil
pesos (incluido el garbanzo). Así que con media tonelada (de frijol), si tiene
precio, alcanzas a pagar los costos de producción” y los demás ingresos
son ganancia.
También
resaltó que se han comprobado los beneficios de este modelo en la conservación
de los suelos y en aumentar la fertilidad de éstos; y también para reducir el
empleo de insumos químicos al aprovecharse las malezas secas en vez de
quemarlas; y de utilizar compostas de origen animal como fertilizantes.
EL DATO
Las recomendaciones técnicas también sugieren el uso de 33 mil semillas de maíz por hectárea y de 153 mil de frijol. Supone un volumen reducido de herbicidas y de fertilizantes sintéticos.
El Gobierno Federal ya presentó ante la FAO la iniciativa de que el Sistema Milpa sea reconocido como patrimonio agrícola mundial. Esto contempla al esquema productivo del Estado de Yucatán.
ONÓMICA
De
acuerdo con estudios realizados, detalló que, al acumularse los ingresos por el
maíz y el frijol, más la calabaza y el chile, se pueden tener ganancias de
hasta 42 mil pesos por hectárea, frente a un costo de producción de 16 mil 600
pesos (sin incluir el garbanzo), lo que trae una utilidad de 25 mil 400 pesos
en beneficio del productor. Además de que se tiene la opción de sembrar
garbanzo durante el ciclo de invierno, si lo permite la humedad residual que se
quede después del periodo de lluvias.
Este
paquete tecnológico promovido por la SADER Jalisco, tiene un soporte de
conocimiento que ha sido investigado por expertos, entre los que se cuentan
técnicos de la Universidad de Guadalajara que han avalado sus ventajas.
En
el paquete tecnológico figura el uso de semillas de maíz mejoradas,
preferentemente de ciclo corto, de porte intermedio bajo y de hojas angostas
semierectas. También se proponen variedades mejoradas de frijol de tipo
arbustivo, no de plantas enredadoras, resistentes a enfermedades y de buen
rendimiento, como azufrado bolita (tipo peruano bola), cuarenteños de tipo
cacahuate o japonés y el berrendo UDG del tipo bayo berrendo, de gran demanda
en varias regiones de Jalisco, como es el caso de
Autlán.
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