Un
momento por favor
Jesús
Juárez Martín
Continuamos
la amena plática con don Pedro Sánchez Andrade, escultor de Zapotiltic, con
mezcla de sentimientos profundos de alegría, con el nostálgico acento que deja
el gozo de tiempos idos, presente en nuestra emotividad que direcciona algo
nuestro incesante caminar por la vida, hasta que llega la despedida.
-Sí,
sí tengo algunas esculturas aquí en Ciudad Guzmán de trabajos que me pidieron,
El más reciente es el del Papa Juan Pablo II que tallé hace más de dos años,
está en Catedral; otra escultura en el recinto sagrado es el “Divino Preso”
Cristo doliente en la noche anterior a su crucifixión, una señora, doña Chela
me lo pidió. Tengo otro trabajo en Catedral que es San CHARBEL y eso me alegra…
aunque pocos saben quién es el autor. Ahí están a la veneración pública las
imágenes que las siento mías, en ocasiones cuando voy a Catedral, las vuelvo a
mirar y ese gusto me mantiene produciendo.
-No
pensaba dedicarme a esto, aunque siempre he pintando, grabado, tallado, fui a
la Universidad, donde cursé seis semestres de la carrera Administración de
empresas; en el semestre séptimo dejé la facultad por razones económicas.
-Tal
vez esa circunstancia permitió a usted se dedicará de tiempo completo a la
creación artística.
Y
continuamos:
-Hay
algo, yo dijera mucho; -Se refería a su producción. -En Colima está un
Arcángel, me gusta como quedó y algunos cristos. En Guadalajara, también se han
llevado muchas imágenes pequeñas; para Estados Unidos también se han ido cosas
mías, los paisanos me compran y las llevan. Hay también en Tamazula, Pihuamo,
Tuxpan, alrededor de Zapotiltic, el Estado de México. No podría hacer un
inventario de todo lo que he hecho.
Últimamente hice un retablo para conmemorar el Bicentenario de la Independencia
en la Casa Ejidal, y seguimos puestos con el del Centenario de la Revolución,
tiempo, al tiempo y creo que Zapotiltic tendrá más obra mía en los ingresos.
Ojalá pudiera mostrarle algunos de mis trabajos. Hice una silla que se regaló
al Papa Juan Pablo II que elaboré por pedido de Agustín Parra de Guadalajara;
sé que la llevaron al Vaticano.
-Tal
vez allá la verás alguna ocasión, pero invitas. (Le dije, casi sin esperanza
que suceda)
-También
tengo escultura no religiosa, hay una pieza en bronce en la Casa de la Cultura del pueblo, José Luis
Núñez Melchor, Director de la Orquesta Típica de Guadalajara, mi compadre. Yo
fui el Director por muchos años de la Casa de la Cultura.
-De
todo hay, tiempos buenos se vende algo, cuando no se vende voy reuniendo
trabajos para tratar de venderlos cuando mejore el mercado. La verdad que estoy
agradecido con Dios por las facultades que me dio y con la vida, porque mi
esposa Lourdes tiene un trabajo que le agrada en la radio, “la Mexicana” en Ciudad Guzmán,
mis hijos encuentran su vocación, estudian con entusiasmo. Javier en Artes
Plásticas en Guadalajara, Mónica en Actopan estudia diseño y Omar, ahí va
cursando la preparatoria.
Pregunté. -¿Cree que hay suficientes
apoyos para los artistas plásticos, como usted? ¿Para pintores, escultores?
Sí
hay pero muy escasos, sólo cuando destacan algún personaje político y que esté
actual, pero no hay obra que testimonie a las personas que hacen el bien al
pueblo.
-¿Por
falta de presupuesto?
-Nunca dicen que haya, creo que sólo reconstrucciones que creo, tal vez intenten
dejar alguna escultura, pintura como testimonio y recuerdo de su gobierno; pero
luego a los dos o tres administraciones, viene otra vez el cambio.
Grato,
muy grato, fue platicar hace muchas lunas, más soles, con Don Pedro Sánchez
Andrade persona de trabajo artístico, antes que palabras, vive, trasmite la
fuerza, la inspiración de raíces artísticas de nuestro pueblo que se actualiza
en obras y trabajos para nosotros, pueblo, dejando eslabón abierto para que se
encadenen las nuevas generaciones de artistas que mantengan el alma popular
artística vigente por Zapotiltic, por la región, por México.
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