Milton Iván Peralta
El Volcán/Guzmán
Con
la catedra inaugural de la carrera de Letras Hispánicas del CUSur 2019B, con la
conferencia “Arreola, el gran desconocido”, por el maestro Vicente Preciado
Zacarías, se dio por inaugurado este ciclo escolar en esta carrera, pero
también aprovecharon para realizarle un reconocimiento por su trayectoria
académica en esta casa de estudios, entregándolo el maestro Jorge Galindo
García, rector del CUSur.
Durante su mensaje, Sigala Gómez destacó la importancia que tiene el doctor
Vicente para la carrera de Letras, pero también en la vida cultura de nuestro
país y con un reconocimiento internacional. “Justo en una época en que la vejez
es tratada como un defecto, como una enfermedad inutilizante, justo en el
dominio de la juventud perpetua e impostada, la figura de Vicente Preciado se
alza con la dignidad de un efebo en un gimnasio griego”.
Por su parte, el rector Jorge Galindo comentó: “maestro, reciba esta
distinción, una más en su larga trayectoria, literaria, científica y educativa,
gracias por estar con nosotros, pero sobre todo con los jóvenes que tanto
necesitan de sus palabras”.
ARREOLA
EL DESONOCIDO
Comentó que no se conoce las influencias literarias que tuvo Juan José Arreola
para realizar su obra “a lo mejor ustedes conocen el relato Pablo, es
uno de los textos más trabajados por él, que más le costó hacer, inicialmente
él me decía que en un principio era una carta, pero nadie conoce la influencia
que tuvo para poder escribir este relato.
Destacó que para Arreola fue importante la literatura infantil, “sus hermanas
eran más grandes y leía los libros que tenían ellas”, pero de grande siguió
siendo importante para su obra.
“En la obra de Juan José, entre línea y línea hay más obra, hay otros autores
que no conocemos y por eso no lo entendemos en su cabalidad su obra”, poniendo
como ejemplo el texto de Pablo, recomendando la lectura de Pierd Gerard,
su cuento “La extraña metamorfosis de John”.
Destacó la importancia para su formación la amistad con Alfredo Velasco
Cisneros, quien le hacía leer los libros importantes de la literatura y lo que
llegaba de Europa, gracias a Guillermo Jiménez.
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