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jueves, 15 de agosto de 2019

Mis Memorias en el mariachi Vargas de Tecalitlan Nicolás Torres Vázquez/ Tercer Violín








Tecalitlán en la historia


*René Chávez Deníz




LA PRIMERA VEZ QUE HUBO MARIACHI EN TIJUANA EN EL AÑO DE 1932


Yo Nicolás Torres Vázquez nací en Tecalitlan de una familia humilde y numerosa el 22 de marzo de 1910, mis padres fueron Altagracia Vázquez, oriunda de Ahuijullo y Teófilo Torres oriundo de Tecalitlan. En ese tiempo no había más que cinco años de educación primaria en Tecalitlán, yo llegue hasta el tercer año.

En mi familia hubo varios peluqueros, incluyendo a mi padre, yo fui el primer músico.

El Mejor mariachi de Tecalitlán era el de Gaspar Vargas, Cuando yo los conocí era cuatro: Manuel Mendoza, arpa; Gaspar Vargas, Guitarra de golpe; Silvestre Vargas, primer violín; y Trinidad Olivera, Segundo violín. Ellos tocaban de todo: polkas, valses, corridos, canciones de la época, y sin faltar aquellos sones que tocaban magistralmente.

Su estilo de tocar de Gaspar Vargas y Manuel Mendoza causo admiración de todo un pueblo. Algunas de las canciones que se tocaba en esa época, por mencionar algunas pocas, eran “Las Perlitas”, “Desengaño”, La Adelita”, “La Chancla”, “Jarabe ranchero” y “El Cihualteco”.

Recuerdo que mi maestro Trinidad me dijo que tenía el compromiso de ir al ingenio alcoholero que se llama “La Cañada”, esto sucedió en el año de 1928. Teníamos que irnos tres personas en loma de bestia a unirnos en el lugar indicado con los dos señores Vargas, padre e hijo. Fue la primera vez que toque con los compañeros Vargas. Poco tiempo después fue que trabajamos más frecuentemente.

En los años 1928 a 1930 íbamos a ciudades cercanas de Tuxpan, Tamazula, Cd. Guzmán, y a la capital de Colima. Cuando se terminaban las fiestas religiosas en Cd. Guzmán en seguida eran las de Colima. Así se pasaron dos o tres años.

En el año de 1932 el señor Mariano Escobedo contrató al Mariachi Vargas para tocar una temporada en la ciudad de Tijuana, Baja California. El Sr. Manuel Mendoza no quiso ir porque él ya estaba de edad avanzada. Es por eso que se invitó a Francisco Álvarez, un arpero de Tamazula.

Ya para esas fechas me había integrado formalmente al mariachi, siendo el quinto integrante. Ahora éramos tres violines: dos primeras y su servido de segunda.

Salimos vía Manzanillo por barco para llegar al puerto de Ensenada, para nosotros aquello era una novedad porque era la primera vez que viajábamos por barco. Algunos compañeros se marearon en el viaje. Llegando al puerto de Ensenada seguimos por tierra a Tijuana. Ahí se presentó al mariachi en un bar cantante propiedad del señor Escobedo, creo que fue la primera vez que hubo mariachi en Tijuana y a la gente le gustó.

En cuanto a la ropa de trabajo, realmente era poco, de acuerdo con la situación económica que aun prevalecía en la región. Es por eso que no vestíamos trajes de charro.  El uniforme que llevamos a Tijuana era de manta con un ceñidor rojo enredado en la cintura, sombreros de palma y un pañuelo amarrado al pescuezo. Para improvisar otro uniforme llevábamos una guayabera con ligeros adornos.

Regresamos por tierra por una parte del desierto de Sonora, rumbo a Tepic en una de aquellas primeras camionetas que hacían esos servicios. En el trayecto llegamos a una hacienda llamada Mojarras donde se encontraba una familia de Tecalitlan, Al día siguiente después de unas horas de descanso, seguimos rumbo a familiares que ya tenían tiempo de radicar en Guadalajara.

Francisco Álvarez el que fue tocando arpa, se siguió a su tierra, Tamazula. Ya no se habló del trabajo hasta que estuvimos reunidos en Tecalitlán.

*Cronista Municipal de Tecalitlán.



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