Tecalitlán
en la historia
*René
Chávez Deníz
LA
PRIMERA VEZ QUE HUBO MARIACHI EN TIJUANA EN EL AÑO DE 1932
Yo
Nicolás Torres Vázquez nací en Tecalitlan de una familia humilde y numerosa el
22 de marzo de 1910, mis padres fueron Altagracia Vázquez, oriunda de Ahuijullo
y Teófilo Torres oriundo de Tecalitlan. En ese tiempo no había más que cinco
años de educación primaria en Tecalitlán, yo llegue hasta el tercer año.
En
mi familia hubo varios peluqueros, incluyendo a mi padre, yo fui el primer
músico.
El
Mejor mariachi de Tecalitlán era el de Gaspar Vargas, Cuando yo los conocí era
cuatro: Manuel Mendoza, arpa; Gaspar Vargas, Guitarra de golpe; Silvestre
Vargas, primer violín; y Trinidad Olivera, Segundo violín. Ellos tocaban de
todo: polkas, valses, corridos, canciones de la época, y sin faltar aquellos
sones que tocaban magistralmente.
Su
estilo de tocar de Gaspar Vargas y Manuel Mendoza causo admiración de todo un
pueblo. Algunas de las canciones que se tocaba en esa época, por mencionar
algunas pocas, eran “Las Perlitas”, “Desengaño”, La Adelita”, “La Chancla”,
“Jarabe ranchero” y “El Cihualteco”.
Recuerdo
que mi maestro Trinidad me dijo que tenía el compromiso de ir al ingenio
alcoholero que se llama “La Cañada”, esto sucedió en el año de 1928. Teníamos
que irnos tres personas en loma de bestia a unirnos en el lugar indicado con
los dos señores Vargas, padre e hijo. Fue la primera vez que toque con los
compañeros Vargas. Poco tiempo después fue que trabajamos más frecuentemente.
En
los años 1928 a 1930 íbamos a ciudades cercanas de Tuxpan, Tamazula, Cd.
Guzmán, y a la capital de Colima. Cuando se terminaban las fiestas religiosas
en Cd. Guzmán en seguida eran las de Colima. Así se pasaron dos o tres años.
En
el año de 1932 el señor Mariano Escobedo contrató al Mariachi Vargas para tocar
una temporada en la ciudad de Tijuana, Baja California. El Sr. Manuel Mendoza
no quiso ir porque él ya estaba de edad avanzada. Es por eso que se invitó a
Francisco Álvarez, un arpero de Tamazula.
Ya para
esas fechas me había integrado formalmente al mariachi, siendo el quinto
integrante. Ahora éramos tres violines: dos primeras y su servido de segunda.
Salimos
vía Manzanillo por barco para llegar al puerto de Ensenada, para nosotros
aquello era una novedad porque era la primera vez que viajábamos por barco.
Algunos compañeros se marearon en el viaje. Llegando al puerto de Ensenada
seguimos por tierra a Tijuana. Ahí se presentó al mariachi en un bar cantante
propiedad del señor Escobedo, creo que fue la primera vez que hubo mariachi en
Tijuana y a la gente le gustó.
En
cuanto a la ropa de trabajo, realmente era poco, de acuerdo con la situación
económica que aun prevalecía en la región. Es por eso que no vestíamos trajes
de charro. El uniforme que llevamos a
Tijuana era de manta con un ceñidor rojo enredado en la cintura, sombreros de
palma y un pañuelo amarrado al pescuezo. Para improvisar otro uniforme
llevábamos una guayabera con ligeros adornos.
Regresamos
por tierra por una parte del desierto de Sonora, rumbo a Tepic en una de
aquellas primeras camionetas que hacían esos servicios. En el trayecto llegamos
a una hacienda llamada Mojarras donde se encontraba una familia de Tecalitlan,
Al día siguiente después de unas horas de descanso, seguimos rumbo a familiares
que ya tenían tiempo de radicar en Guadalajara.
Francisco
Álvarez el que fue tocando arpa, se siguió a su tierra, Tamazula. Ya no se
habló del trabajo hasta que estuvimos reunidos en Tecalitlán.
*Cronista
Municipal de Tecalitlán.
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