Martha
Catalina Alvarez Godoy
En los
tiempos actuales, es cierto que la era digital avanza a una velocidad asombrosa,
sobre todo en los países con más desarrollo económico e infraestructura
necesaria; gracias a este medio maravilloso, se han optimizado innumerables
servicios básicos e indispensables en los principales sectores: Gubernamental;
de salud; transporte; comunicación; educación en línea; artes, servicios de
socorro e inteligencia, por mencionar solo algunos.
Sin
temor a equivocarme, muchos de nosotros nos hemos beneficiado con los avances
de la tecnología más de alguna vez, somos conscientes de las múltiples bondades
que ofrecen los medios electrónicos, no sólo para la recreación personal, sino al
momento de realizar diversos trámites u ofrecer algún servicio o comunicarse
con alguien que se encuentra en otro país, estado o lugar a través de las redes
sociales que en un periodo de tiempo muy breve, recorren enormes distancias
para llegar a un gran número de usuarios y seres queridos.
Todo
esto es asombroso, excelente poder gozar de tales herramientas que nos ayudan a
promover las relaciones humanas al comunicarnos con los demás, saber de ellos,
interesarnos por lo que les ocurre y poder ayudarlos; contribuyen a mejorar
nuestro trabajo; aprovechar mejor el tiempo. Al hacer uso moderado de los
medios electrónicos de los que disponemos o estén a nuestro alcance, sin duda
obtendremos grandes resultados en el quehacer cotidiano.
Pero existen también usuarios que
abusan del uso de los medios digitales, se hacen dependientes, se ven
enajenados hacia los demás y el contexto en el que se encuentran, pareciera como
si el equipo móvil formara parte de su persona, crean una dependencia tan
estrecha con el aparato que hasta se sienten incompletos en los momentos en que
se apartan para realizar necesidades básicas. Las relaciones interpersonales y encuentros
de convivencia con la familia o amistades, en ocasiones se ven afectados por el
hábito o automatismo de seguir en la conexión con los contactos ausentes, pero
desconectados de los que están presentes, éstos si no se suman a imitar tales
acciones, se sienten ignorados o sin importancia para esas personas, cuyo
interés está en otra parte; en circunstancias como la descrita, pareciera que
la tecnología, así como nos conecta y une en segundos, también en segundos nos
distancia y aleja de los miembros de la familia o seres queridos.
Considero
importante que padres de familia y docentes fomenten en los hijos y estudiantes
el uso moderado de los medios electrónicos, como herramientas que nos ayudan a
aprovechar mejor el tiempo y no a desperdiciarlo en acciones poco productivas.
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