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jueves, 11 de julio de 2019

Piden mejorar banquetas








Juan José Ríos Ríos



Dentro del proyecto de Ciudad Amable e Incluyente que propone el Gobierno de Zapotlán el Grande que encabeza Pepe Guerrero, debiera de considerarse un programa para mejorar el estado que guardan las banquetas por casi toda Ciudad Guzmán. A excepción de las calles donde últimamente se ha tendido losas de concreto hidráulico, en más de cuatro décadas no se ha hecho nada de obras de reparación para poner en condiciones de uso y de seguridad para las personas, sobre todo las mayores de edad, las banquetas de calles que conforman, incluso, el llamado Centro Histórico.


            Hay calles, como Leona Vicario, cuyas banquetas están muy levantadas del piso y con rampas de cochera en extremo peligrosas para los peatones, situación que priva debido a que por dicha calle, sobre todo de calle Primero de Mayo a la de Constitución, para evitar el ingreso de agua de lluvia a las casas que en grandes volúmenes, después de una gran tormenta corre para finalmente consumirse en la reja colocada al ingreso de su continuación como Galena, por lo que se puede considerar como un caso de excepción debido a esas circunstancias.






            Pero hay calles como la misma de Constitución, por ambas aceras, Lázaro Cárdenas, de Industria o Chávez Madrueño hacia el poniente de la zona urbana, Cuauhtémoc, Federico del Toro, Colón, Ramón Corona, Félix Torres Milanez, incluso hasta las de algunos de los portales, que tienen partes de sus banquetas intransitables, destruidas, algunas con la ayuda del SAPAZA al colocar medidores de agua cuyo terminado de obra deja mucho que desear, y las más por el paso del tiempo, por el uso y el abandono que, los propios vecinos que habitan las casas las han sumido.

            En la zona centro se ha pugnado por la creación de zonas para el aparcamiento de vehículos cuyos propietarios o pasajeros sufren algún tipo de discapacidad. De igual forma han proliferado las rampas para el uso de las personas que se mueven o se les transporta en silla de ruedas u otro tipo de mecanismos para movilidad de este tipo, pero no muy lejano de ese espacio se aprecia la realidad que viven todos los días los transeúntes, los discapacitados y personas adultas mayores, banquetas en mal estado, con estorbos para poder pasar sin problemas, con rampas con alto declive que provocan el derrape o la caída de personas.

            Mejorar esta situación con un programa de renovación o mejoramiento de las banquetas, no es tarea fácil y mucho menos que se pueda llevar a cabo en un período de gobierno de tan sólo tres años, y menos si no hay recursos, voluntad, suma de intereses entre gobierno y vecinos, pues son obras de mucho costo, por la magnitud del problema, que requiere fondos, de la federación, el estado, el municipio y los vecinos, pero sobre que haya interés por mejorar el estado que guarda la ciudad en este aspecto y, más que esto, por la seguridad de las personas.

            Bien cierto es que el Gobierno Federal suprimió programas  mediante los cuales los municipios obtenían recursos para resolver necesidades comunes, como en su tiempo lo fue el llamado Ramo 23, pero el Gobierno de Zapotlán el Grande tiene empleados gentes de mucho conocimiento y experiencia en la tramitación de fondos públicos, y el mejor ejemplo son las construcciones de los espacios recreativos, la instalación de domos en las escuelas y, en último caso, de los recursos que el municipio aporta de la recaudación de impuestos, el 15 por ciento, en el llamado Presupuesto Participativo, que si este año ya tiene destino en la instalación de cámaras de vigilancia, para el siguiente pudieran canalizarse como parte del dinero que se requiere para mejorar las banquetas, así serán más amables e incluyentes con todo peatón o usuario.
           

           
           

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