martes, 18 de junio de 2019

La migración itinerante












Un momento por favor 


 J. Jesús Juárez Martin  
                                                                           




Con asombro y ribetes de incredulidad recibimos la noticia de la amenaza del 5%  a las importaciones mexicanas a los Estados Unidos a partir del día 10 de junio, si México no  hacía algo por impedir la emigración hacia el país del Norte y con la guillotina flotando hasta un 25%. Por principio debo confesar que entiendo el planteamiento, pero no imagino en las cifras macroeconómicas de las exportaciones a cuantos millones ascienden un castigo así, lo cierto es que el Gobierno Mexicano se activó  y en la casa vecina hicieron planteamientos y sin alejar la amenaza, se aplaza a 45 días para ver resultados de inmigrantes en camino hacia el país vecino.

Entendemos que los Estados Unidos de América y Estados Unidos Mexicanos son estados independientes, libres y soberanos y que los poderes fácticos se usan para mediatizar al más débil y tal vez con más derechos. Don Porfirio Días, en su tiempo  declaró  “Tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”. Es difícil creer que haya colindancias fáciles, por algo se establecen, para tener seguridad de la pertenencia sobre una extensión territorial son los límites...  en la vida ciudadana  que transcurre ordinaria sin problemas, tenemos costumbres diferentes, unos barren, otros no lo hacen, si los dos hacen, los horarios son diferentes y tal vez no agradaría hacerlo al mismo tiempo, las servidumbres de paso como calle banqueta y estacionamientos, se marcan con una vehemencia y hasta  con amenazas.  Las colindancias entre Estados Unidos y México suelen  ser difíciles históricamente conflictivas, disputas añejas territoriales, de seguridad nacional, comerciales y hasta de convivencia y seguridad social.

Colonos inglesas, solicitaron permiso para ocupar territorios mexicanos en Texas al inicio del siglo XIX, el descuido nacional, la incapacidad de vigilancia por México  y otras situaciones, los colonos se sintieron con el derecho de independizarse y con cierta complacencia española, durante el año de 1817, antes que se sucediera  la independencia de naciente México, permitió esos terrenos a anglosajones  colonizadores, en 1835 la publicación de la Constitución Centralista de la Siete Leyes que suprimía la Constitución Federal de 1824, el Gral. Antonio López de Santana, pretende impedirlo por las armas, y al quedar prisionero firma la independencia de la provincia texana que pertenecía a Coahuila, para salvar la vida, sin el apoyo inmediato del Congreso de las Colonias, las luchas trascendieron a favor de los separatistas texanos y después cuando el Congreso Estadounidense les da la bienvenida como nueva Colonia de los Estados Unidos, luego México  pretende defender fallidamente su territorio, ante  errores de estrategia, capacidad militar, demasiadas variables negativas en una anexión, se sucede la invasión norteamericana  preludio del despojo de gran parte del territorio nacional. 





Nuestro vecino del norte, convertido en potencia en los conflictos bélicos mundiales del siglo XX, práctica una política aparente de buenos vecinos y socios comerciales, violentada desde la candidatura y presidencia de Donald Trump, agresivo, de pensamiento extremista y evolucionado de la Doctrina Monroe: “América para los americanos”. Los Estados Unidos, la potencia primera económica y militar, imán, destino de emigrantes de diversos países que no tienen en su lugar de origen seguridad, ni recursos de sobrevivencia digna, ni gobiernos que agraden y den resultados sociales de orden público, sumariamente el Sr. Trump considera que los mexicanos deben de protegerlo de la llegada de los indeseados migrantes. México sorprendido, sirve de largo camino para llegar a la frontera del país del sueño americano. El objetivo de los migrantes es llegar a Estados Unidos y ahora se amenaza a los mexicanos con aranceles fuera de sensatez, y se pide al Gobierno Mexicano, impida el paso a los itinerantes inmigrantes, que desesperados buscan el destino norteamericano.

 En la pasada campaña electoral, como promesa de gobierno futuro, Trump ofreció la Construcción del Muro Fronterizo, porque los mexicanos fuimos calificados asesinos, violadores y criminales, continua con su demencia de construir el "hermoso muro" y anunciado que lo pagaremos.  Estaba por llegarse al acuerdo comercial del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Ahora el nuevo enfrentamiento contra el Gobierno mexicano, parece estrategia de campaña electorera para la reelección del siguiente periodo presidencial.

 Los problemas de inmigración, seguridad fronteriza y un exitoso comercio de los vecinos rubios vecinos están acumulados en explosivo barril de pólvora y  que según Donald en acuerdo con representativos gobernantes  mexicanos le ayudarán en la “Construcción de una América Grandiosa” Nuestro país en alguna forma le dará seguridad a los poderosos norteamericanos, algo así como haciéndoles la tarea en forma obligada. Las consecuencias son impredecibles, más negativas para los mexicanos y de paso también para los norteamericanos, porque sembrando tormentas, se cosechas tempestades... “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Donal Trump”. Que diosito nos tome en buena hora... y nos proteja, porque la Guardia Civil, anda en veremos, aunque nos conviene confiar.

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