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sábado, 20 de abril de 2019

Recordando la semana santa del ayer







Tecalitlán en la historia




*René Chávez Deníz





Estamos en la Semana Mayor época en la cual el cristianismo recuerda la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, tradiciones religiosas que nos han heredado nuestros antepasados.

Los católicos conmemoran la Semana Santa con eventos religiosos que, con pocas variaciones, constituyen toda una tradición que se inicia desde Miércoles de Ceniza para marcar el comienzo de la cuaresma y culmina con el Domingo de Resurrección.

Hoy recordarnos algunos aspectos de esas costumbres religiosas que nos legaron nuestros mayores, pero que antes se guardaban con mayor devoción cuando los días santos no estaban ligados al concepto de vacaciones de verano.

En Tecalitlán durante la semana santa era un tiempo especial porque dentro de estos días era un tiempo de recogimiento espiritual especialmente el triduo pascual que corresponde el jueves, viernes y sábado santo 

            A mediados del siglo pasado durante estos días, nuestros padres no dejaban jugar ni hacer alguna manifestación de gusto o diversión, no se podía cantar, mucho menos tocar música, quienes tenían aparato de radio que por cierto eran pocos, los mantenían apagados hasta que se abría la gloria.

En estos días predominaba el silenció, en los hogares de las familias tecalitlenses y en algunos lugares públicos.

A partir del jueves santo hasta el sábado de gloria, el sonido de las campanas eran sustituidas por las “MATRACAS” que eran colocadas en la parte alta de los templos.

El viernes santo posterior a la muerte de Jesús eran cubiertos completamente los santos en todos los templos con unas telas moradas en señal de duelo.

En el interior de la parroquia por el lado derecho se exponía la imagen de Jesucristo en una caja de cristal.

Regularmente la gloria se abría después de la misa de las 8:00 de la mañana, se oía un gran repique de campanas señalando con esto el fin de la cuaresma.

       La tradición o costumbre era que al momento de abrirse “LA GLORIA” el papá o la mamá nos dieran “FAJAZOS” a los entonces niños pretextando que como en esos días de recogimiento no podían pegarnos, con esta acción se saldaban los pendientes.

       También este día se llevaba a efecto el tradicional quema de los “JUDAS” antes de este acto se leía el testamento de algunos de los personajes de los cuales se hacía “MOFA” obviamente ciudadanos de esta población.

Estas y muchas tradiciones más se han perdido a través del tiempo en nuestro bonito Tecalitlán.

*Cronista Municipal de Tecalitlán.




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