Tecalitlán
en la historia
*René
Chávez Deníz
Estamos
en la Semana Mayor época en la cual el cristianismo recuerda la pasión y muerte
de nuestro Señor Jesucristo, tradiciones religiosas que nos han heredado nuestros
antepasados.
Los católicos
conmemoran la Semana Santa con eventos religiosos que, con pocas variaciones,
constituyen toda una tradición que se inicia desde Miércoles de Ceniza para
marcar el comienzo de la cuaresma y culmina con el Domingo de Resurrección.
Hoy
recordarnos algunos aspectos de esas costumbres religiosas que nos legaron
nuestros mayores, pero que antes se guardaban con mayor devoción cuando los
días santos no estaban ligados al concepto de vacaciones de verano.
En
Tecalitlán durante la semana santa era un tiempo especial porque dentro de
estos días era un tiempo de recogimiento espiritual especialmente el triduo
pascual que corresponde el jueves, viernes y sábado santo
A
mediados del siglo pasado durante estos días, nuestros padres no dejaban jugar
ni hacer alguna manifestación de gusto o diversión, no se podía cantar, mucho
menos tocar música, quienes tenían aparato de radio que por cierto eran pocos,
los mantenían apagados hasta que se abría la gloria.
En
estos días predominaba el silenció, en los hogares de las familias
tecalitlenses y en algunos lugares públicos.
A
partir del jueves santo hasta el sábado de gloria, el sonido de las campanas
eran sustituidas por las “MATRACAS” que eran colocadas en la parte alta de los
templos.
El
viernes santo posterior a la muerte de Jesús eran cubiertos completamente los
santos en todos los templos con unas telas moradas en señal de duelo.
En
el interior de la parroquia por el lado derecho se exponía la imagen de
Jesucristo en una caja de cristal.
Regularmente
la gloria se abría después de la misa de las 8:00 de la mañana, se oía un gran
repique de campanas señalando con esto el fin de la cuaresma.
La tradición o costumbre era que al
momento de abrirse “LA GLORIA” el papá o la mamá nos dieran “FAJAZOS” a los
entonces niños pretextando que como en esos días de recogimiento no podían
pegarnos, con esta acción se saldaban los pendientes.
También este día se llevaba a efecto el
tradicional quema de los “JUDAS” antes de este acto se leía el testamento de
algunos de los personajes de los cuales se hacía “MOFA” obviamente ciudadanos
de esta población.
Estas
y muchas tradiciones más se han perdido a través del tiempo en nuestro bonito
Tecalitlán.
*Cronista
Municipal de Tecalitlán.
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