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jueves, 25 de abril de 2019

Las vacaciones son mágicas









 Un momento por favor     


J. Jesús Juárez Martín




Hablar de la Semana Santa, de la Pascua, ha cobrado un significado actual de vacaciones y antaño eran de pensamientos religiosos, de luto, por el sufrimiento, crucifixión, muerte de Jesús; y de gozo por su resurrección gloriosa; misterios de fe que cambiaban los comportamientos ordinarios a reverentes y respetuosos, no se escuchaba música estridente, tal vez la clásica ceremonial religiosa, las conductas en general se moderaban respetuosas hacia el Creador y ante la comunidad. Después del Concilio Vaticano II, se estableció que la celebración de la Resurrección se haría a partir de la primera hora del domingo, ajustándose a la profecía de su Resurrección y el sábado, llamado de gloria, no tenía congruencia porque la gloria se abría después de la Resurrección.

Las costumbres de “la quema de Judas” o las quemas, porque siempre eran varios personajes de la localidad que el pueblo disfrutaba verlos que se quemarán y tronaran con cada cuete y luces que los consumían, representando a alguien que no cumplía con sus responsabilidades ante el pueblo o su trato desacertado en su gestión gubernativa, aunque eran sumamente aceptadas, aplaudidas, por ser en la mañana, no tenían la lucidez de la pirotecnia.  Luego seguía el baño a baldazos de agua, para todos los que pasaban o estaban en las cercanías. Actualmente en la ciudad de México hay desde detenciones y multas excesivas por desperdicio del agua potable. El baño ordinario, se suspendía tal vez desde el miércoles como parte de una costumbre popular, y como el sábado, lo decíamos de gloria, ya los catecúmenos que esperaban ser bautizados en los principios del cristianismo por inmersión o aspersión recibían las aguas lustrales, quedando bautizados, resumiendo, sus devociones y costumbres se entrelazaban en forma festiva en el sábado de gloria y todos contentos…

Siempre escuché, cuando niño, que cuando de los ranchos se iba al pueblo en los años pasados para los oficios del jueves y viernes Santo y las personas llegaban a caballo, al entrar al pueblo, bajaban de su caballo o montura como respeto y señal de duelo en estos días y las espuelas se las quitaban para no hacer ruido en su ingreso a la población. Las mujeres vestían de negro y con faldas al menos a media pierna o hasta el tobillo, se cubrían la cabeza con rebozo o pañoleta negra y grande.

Don Agustín Yáñez, en su novela “Al Filo del Agua”, describe la Semana Santa en Yahualica en forma estupenda para comprender nuestras costumbres y nuestros ancestros de los Altos de Jalisco. 

Al correr esta semana de Pascua en ese ambiente de descanso, asueto, muchas familias continúan su periodo de vacaciones, o las toman en esta semana alegremente y en familia. Muchas otras ya regresaron a sus actividades ordinarias, empleados, obreros, profesionistas aunque los escolares no tengan clases, y cuentan cómo se escapa el tiempo de lo que consideran renovador, merecido y aunque se hayan tenido algunos tropiezos dificultades y contratiempos, que no hayan sido graves, valoran con toda satisfacción “Ya lo merecíamos“, aunque hayan tenido menos espacio, comodidades para sus actividades que en su propio domicilio, y menos y filosóficamente con  sonrisa a flor de labios vengan declaraciones como “Cambiar de martirio, es descansar” por eso considero que las “Vacaciones son mágicas”, porque todo lo anima la actitud positiva, ahora que si todo fue como se deseaba, simplemente fueron unas vacaciones maravillosas y mágicas y ya empiezan la cuenta para el siguiente periodo vacacional.  Felices Pascuas de Resurrección, ahora que si usted no tiene este sentimiento religioso: ¡Felicidades!

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