El
Volcán/SSJ
Debido
a las altas temperaturas que se registran en temporada de calor, es más común
que se presenten casos de deshidratación derivados de la sudoración excesiva y
el deficiente consumo de agua para reponer los líquidos que el organismo
pierde.
Adicionalmente también se
incrementan las enfermedades diarreicas agudas en la población, ya que los
alimentos se descomponen más rápido por el calor. Las diarreas y el vómito contribuyen
a una rápida deshidratación, la cual se presenta cuando el cuerpo no tiene
suficiente agua y otros fluidos para llevar a cabo sus funciones habituales.
“La deshidratación tiene varias fases que van de leve o moderada, hasta severa,
que es cuando la persona que la padece presenta un cuadro peligroso que incluso
puede poner en riesgo su vida”, detalló el jefe del Departamento de Medicina
Preventiva del OPD Servicios de Salud Jalisco, Ricardo García Gaeta.
El especialista agregó
que la sensación de sed se presenta cuando el cuerpo ya tiene deshidratación,
por lo que es importante consumir agua constantemente y no esperarse a “sentir
sed”.
“Las causas más
frecuentes de la deshidratación en los niños son la diarrea y los vómitos
intensos, dentro de los casos posibles también se encuentran la transpiración
excesiva por ejercicio extenuante o la exposición a temperaturas extremas”,
dijo García Gaeta.
Se estima que la pérdida
del 20 por ciento del agua corporal puede producir la muerte, y la pérdida de
solo el 10 por ciento produce alteraciones graves.
El agua es esencial en
varios procesos del cuerpo. Es vital en la digestión, absorción y excreción,
además tiene una participación importante en la estructura y función del
sistema circulatorio para transportar nutrientes y otras sustancias.
La necesidad de líquido
varía de acuerdo con las actividades cotidianas, edad y peso de cada persona.
En general, se recomienda a los jóvenes y adultos consumir ocho vasos de agua
simple al día; y una mayor cantidad si practica algún deporte. En cuanto a los
niños, consumir entre cuatro y seis vasos de agua diariamente.
García Gaeta indicó que
cualquier persona puede deshidratarse; sin embargo, quienes son más
susceptibles de presentar deshidratación son los niños, los adultos mayores y
las personas con ciertas enfermedades, como la diabetes.
Tan sólo en 2018 se
atendieron 214 mil 216 casos de enfermedades diarreicas agudas, de las cuales
42 mil 128 corresponden a menores de cinco años.
Los signos y síntomas de
la deshidratación son: irritabilidad, boca y lengua secas, saliva espesa,
palidez de la piel, llanto sin lágrimas, ojos hundidos y signo de lienzo
húmedo, es decir, que al pellizcar la piel, ésta no vuelve a su posición
original. En niños pequeños, también se hunde la mollera o parte superior de la
cabeza.
En caso de presentar los
signos y síntomas es importante acudir de inmediato al médico y no recurrir a
remedios caseros.
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