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jueves, 7 de marzo de 2019

Yalitza Aparicio: como México no hay dos







Samuel Gómez Patiño
           
¿Alguna vez has escuchado el cuento de los cangrejos japoneses y mexicanos?, si ya lo conoces puedes brincarte el siguiente párrafo, pero sino hay que leerlo con atención:

            Cuando pongas los cangrejos japoneses en una olla procura no olvidar taparla, cuando los cangrejos mexicanos estén en la olla no te preocupes, no le pongas la tapa. Los cangrejos japoneses empezarán por apoyarse unos a otros para alcanzar la salida y cuando el primero de ellos llegue a la cima ayudará a los demás a salir, si no hay tapa todos escaparán. Pero los cangrejos mexicanos intentaran de manera individual salir de la olla y, cuando por fin alguien llegue a la orilla los demás lo jalaran de tal manera que volverá entrar a la olla. No necesitan la tapa.

            Esto viene a colación debido al resiente éxito de la película “Roma”, dirigida por Alfonso Cuarón y con la actuación de la novel actriz Yalitza Aparicio en la última entrega de los premios Oscar, estatuilla entregada a lo mejor del cine según la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (AMPAS) y el revuelo que causo entre los mexicanos polarizando las denominaciones, sobre todo para Yalitza.

            En este país, basta con saber de alguien que empieza o logra el éxito para que, en lugar de sentirnos orgullosos de ello, demostremos nuestra cultura de envidia. No me toca criticar si Yalitza era o no la mejor actriz, pero para la película me pareció adecuada mostrándonos a la sirviente de los años 70’s y la sociedad de la época, pero de verdad, que tristeza escuchar y leer que no merecía su nombramiento y, de paso denostar con su origen, en un país en el que todos somos mexicanos y no mexicanos e indígenas. Como corolario hasta una Ley Indígena tenemos para recordarlo.

            Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu, tres excelentes directores mexicanos que se han consagrado en el cine obteniendo 5 de los últimos 6 premios Oscar al mejor director de cine y, que también los hemos denostado por producir fuera del país, en lugar de sentirnos orgullosos y aprender de ellos. Hace poco alguien también me comentaba que para ellos había sido fácil ya que no provienen de familias humildes y tuvieron facilidades para lograr sus éxitos, parte del imaginario mexicano.

            En las Olimpiadas de Río 2016, surgió la figura de una gimnasta mexicana que nos representó pero que antes de acordarnos de su nombre, lo primero que se dijo en México es porque esa diminuta mujer nos representaba, que no tenía apariencia de gimnasta porque estaba “gordita”, ¿te acuerdas de su nombre?, si Alexa Moreno, a quien los memes se la comían viva. En noviembre del 2018, se convirtió en la primera mujer en ganar una medalla de bronce en salto de caballo en el Campeonato Mundial y en diciembre la medalla de oro en la Copa Toyota en la misma disciplina. No hay mejor forma de callar bocas (o memes) que demostrando de qué este hecho.

            Otro personaje mexicano que a lo largo de su carrera también ha sufrido las críticas del público mexicano es el futbolista Javier “Chicharito” Hernández. Desde que salió de México ha tenido que luchar para tener una carrera limpia y progresar en ella a pesar de sus entrenadores que en algunas ocasiones también lo han perjudicado, pero lo peor está en que sus paisanos son los primeros que buscan minimizar sus logros. Que el gol lo metió con la nariz, que tuvo suerte, que mete goles muy feos, etc., al final lo que cuenta es que entra a la portería. Entre los partidos de sus equipos y la selección nacional ha anotado 200 goles en diez años de carrera (50 con la selección), pero en México estamos listos para criticarlo con cualquier resbalón que dé.

            Me parece que para lograr ser un país desarrollado nos hace falta mucha cultura, vivimos molestos con el triunfo de los demás sin detenernos a pensar que podemos hacer para lograr el éxito, para aprender de los mejores, para ser la diferencia entre un pueblo que busca el desarrollo de sus individuos y uno que no entiende porque no se ha vuelto primermundista.

            Para terminar, espero que nos sirvan de reflexión las dos siguientes frases:

            ¡Porque soy mexicano! Guillermo del Toro
            ¡Viva México cuarones!


            La próxima semana: “Confianza, la palabra más financiera”.
            Me gustaría leer tú opinión, puedes escribirme al correo samuelgomez@uabc.edu.mx o en Facebook: Samuel Gómez Patiño

*Director del Área 1 de los Toastmasters y
Presidente del Club Ejecutivo de Tijuana
Licenciado y Maestro en Administración de Empresas
Catedrático en la Facultad de Contaduría y Administración, en Tijuana
Universidad Autónoma de Baja California

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