El
Volcán/Sader
En
forma gradual, pero sostenida, la crianza de truchas arcoíris se consolida en
Jalisco. Hay dos botones de muestra: la existencia de 35 granjas trutícolas de
diferente tamaño; y la tarea de quince años del centro acuícola Los Pinos de
Mazamitla, el cual se ha convertido en el referente de la incubación de los
animales que luego son engordados en las granjas de los acuacultores.
Así
visualiza la situación de la truticultura estatal, el biólogo Alejandro
Preciado Preciado, técnico responsable del citado módulo acuícola de la
Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Jalisco (SADER).
Explicó
que la trucha es especie muy exigente para su crianza, puesto que demanda agua
muy limpia y climas templados y fríos, “la trucha se utiliza (como agronegocio)
en lugares altos. Estamos hablando de la sierra de Mazamitla, de la sierra del
Tigre, de todo eso, en Mascota, en Talpa, en Ayutla (zonas con potencial estos
tres lugares), en las partes altas de la sierra. Donde tenemos manantiales y
donde hay gente interesada en llevar a cabo la acuacultura pero otras especies
no pueden vivir ahí por las temperaturas que se manejan: temperaturas de 10 a
12 grados. Otras especies no se desarrollan. Y ahí para la trucha es su
hábitat. Desde los 8 grados hasta los
20 grados. Es una buena opción”.
Hizo
notar que últimamente los huevos fecundados de trucha se traen de Dinamarca
(país líder en este producto ya certificado). Al recibirse se les incuba y a
los 50 días alcanzan una talla de 4 centímetros cuando son adquiridos por los
granjeros que los engordan durante siete meses para venderlos al consumidor con
un peso de 330 gramos y una talla de 30 centímetros.
Preciado
destacó que por su exquisito sabor, por lo manejable de sus espinas y el hecho
de que cada animal contiene 50 por ciento de carne, la trucha es muy valorada
en el mercado gastronómico, lo que conlleva buenos ingresos para el productor.
Al
respecto, indicó que una granja con buen esquema de manejo tiene un costo de
producción de 40 pesos por kilogramo de trucha, lo que se recupera con un
ingreso de 180 pesos cuando se vende el animal a consumidores, los que en gran
número de casos la adquieren por pedido a los granjeros.
Abundó
que la trucha en su engorda supone una conversión alimenticia de 1.2 a uno, lo
que significa que por cada kilo y doscientos granos de alimento que se aplique
al estanque se logra un kilogramo de carne de este animal que pertenece a la
familia de los salmones.
EL DATO
- Tapalpa es el municipio líder en la crianza de trucha en Jalisco. En esto cuenta la influencia del centro acuícola de la presa El Nogal, pionero en la materia en la entidad.
- Otros municipios productores: Mazamitla, Atoyac, Gómez Farías, entre otros.
- En este hay el centro acuícola Los Pinos hará seis incubaciones, teniéndose la meta de producir 180 mil crías al año.
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