Víctor
Manuel Pazarín
Son
múltiples y diversos los factores que influyen en un medio informativo que, confabulados,
obstaculizan la práctica concreta de sus políticas editoriales. Cada medio es
distinto y por tanto los enfrenta de manera distinta, sin embargo, al parecer
son los mismos.
Las
más comunes son la autocensura y la censura de los gobiernos. Éstas, que
parecen obvias, influyen con marcada frecuencia, ya que o bien el medio para
sobrevivir se adelanta a estar bien con los gobiernos, o el Estado-gobierno (y
hasta los gobiernos locales) dan pautas para que no se cumplan las políticas
editoriales. Todas son igual de desastrosas para las audiencias, pues al
interrumpir los procesos democráticos dan por resultado que los medios
informativos no informen de manera veraz a sus lectores.
El
Estado-gobierno obliga; los gobiernos locales compran a los medios y los
maicean para que se hable a favor de sus integrantes y programas, luego
entonces la censura es el factor que logra el incumplimiento de las políticas
editoriales abiertas cuando un medio periodístico se da a conocer por vez
primera a los públicos.
Cuando
un periódico (o medio) se ve afectado en su sobrevivencia, entonces para
“sobrevivir” o bien acata las censuras o también se autocensura para seguir en
la competencia de la venta de noticias, sin embargo, cuando eso ocurre ya el
medio informativo se ha muerto.
Recordemos
que la vida debe ser total. En el caso de un medio noticioso para que realmente
esté vivo debe ejercer a plenitud la libertad, de ésta depende que pueda
informar de manera eficaz; si no ocurre, el medio no vende un verdadero
periodismo porque no lo hace. Lo que vende, en todo caso, son verdades a medias
o mentiras. Y la mentira es un negocio que da frutos de poca duración. Sólo la
verdad, es un buen negocio, que tiene, lo sabemos, todos los riesgos del mundo.
A lo largo de los últimos años muchos periodistas han sido asesinados en México
por decir la verdad. Las cifras, que son alarmantes, han logrado volver gris
este oficio del periodismo y varios medios se han visto afectados de manera
concreta.
¿Se
debe informar con la verdad? ¿O se debe hacer un periodismo gris y mediocre?
Estas interrogantes se hacen con frecuencia los propios reporteros y, es claro
que también las empresas periodísticas. Lo anterior, entonces, son un factor
importante, e influye, en el proceso del cumplimiento de una política
editorial; pero no es lo único: otro factor es la publicidad y sus anunciantes.
Esto
es, la publicidad es un modo de sobrevivencia de un periódico (o medio
informativo). Si no tiene publicidad, ¿cómo sobrevivirá? ¿De la venta de los
ejemplares? Recordemos que cada vez hay menos lectores de diarios impresos.
Aunque casi todos los medios en la actualidad también mantiene sus productos
noticiosos en la web, no todos cobran suscripción, entonces también en su
portal web deben colocar anuncios para sobrevivir y salvar su economía. Pero
¿qué pasa si esos anunciantes son amigos de los políticos en turno y el medio
los critica? Todos sabemos la respuesta: el político se pondrá en comunicación
con ellos y confabularán en contra del medio informativo suspendiendo su
publicidad. Si un medio se ve rodeado de estos factores, verá, para sobrevivir,
afectadas sus políticas editoriales ya que se obligará a romper su ética o
cerrar. Es un hecho concreto y real. La otra es venderse, que es lo más común.
De
la venta de ejemplares no vive un diario impreso, no en México. Los lectores de
diarios impresos o está dividido y es el mismo número, o ha bajado debido al
internet. Por cierto, las nuevas tecnologías han venido a modificar nuestras
maneras de informarnos y son otro factor de riesgo en el ejercicio de las
buenas prácticas éticas de las políticas editoriales: ahora se medio informa,
porque se debe ser atractivo a las nuevas audiencias, eso ha hecho que las
noticias o son parciales o de escándalo. No hay profundidad. No hay periodismo
de investigación… desde luego hay héroes que aún lo realizan tanto en medios
tradicionales como digitales, es verdad, pero las audiencias ya no leen mucho.
Las
audiencias, que juegan un papel definitivo y definitorio en un medio
informativo, han dejado de ser críticas y ahora son consumidoras solamente.
Entonces, es una verdad, juegan un papel extraño: consumen lo que les ofrecen y
no hacen lecturas comparadas con otros medios para saber si es verdad lo que se
les “informa”, pero sí juzgan y hasta son capaces de hacer trizas una vida de
una persona.
Son
múltiples y diversos los factores que influyen en un medio informativo que
obstaculizan la práctica concreta de sus políticas editoriales, dije al
comienzo de esta escrito; cada medio es distinto y por tanto los enfrenta de
manera distinta, sin embargo, al parecer son los mismos, agregué en seguida.
Se
viven, pues, verdaderas crisis del periodismo. Aun así, en lo personal sigo
creyendo que el periodismo es un factor esencial en la sociedad, ya que puede
llevarnos a un ejercicio concreto de la democracia.
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