Tecalitlán
en la Historia
*René
Chávez Deníz
Fervor,
compromiso, confianza, espiritualidad y satisfacción son algunas de las
sensaciones que experimentan los peregrinos tecalitlenses que recorren la Ruta
del Peregrino hacia Talpa de Allende.
Mujeres,
hombres y niños recorren los 267.5 kilómetros de trayecto desde Tecalitlán
hasta el santuario a través de senderos empinados, tramos carreteros y subiendo
y bajando cerros.
Siete
días dura el trayecto en el que las personas tienen que hacer un esfuerzo para
cumplir una a una las etapas. La mayoría de los peregrinos duermen al medio día
y caminan al atardecer, la noche y las primeras horas de la mañana para avanzar
más rápido y evitar las horas de mayor calor.
La
mayoría de las personas tienen una manda que pagar a la Virgen de Talpa por
algún favor concedido.
El
camino de la fe, esperanza y agradecimiento, incluso de la aventura es el
camino que lleva al encuentro con la santísima virgen del Rosario de Talpa.
En este año 2019 el domingo 3 de marzo un
nutrido grupo de peregrinos tecalitlenses iniciaron su recorrido a pie hacia
Talpa de Allende.
Cientos
de tecalitlenses iniciaron su camino con la tradicional misa que se llevó a
cabo en el templo en honor a la santísima virgen de Guadalupe en Tecalitlán.
En esta
ocasión inicio el caminar el domingo 3 de marzo y culminará el sábado 9 del
mismo mes en mención.
A
continuación, desglosamos algunos lugares por los cuales pasan durante su
caminar.
Inician
desde el templo parroquial de Tecalitlán, se dirigen por la calle Miguel Pérez
Ponce de león, Comunidad la Purísima, pasan por Tuxpan y el Fresnito, municipio
de Zapotlán El Grande.
Muy de
madrugada el lunes pasan por El Jazmín, municipio de San Gabriel, luego sigue
La Croíx, Apulco y de ahí hasta la cabecera municipal de Tonaya, donde se
descansa hasta las 4 de la mañana del martes para partir hasta San Miguel.
El
caminar continúa y se van dejando comunidades pobladas de gente amable y hospitalaria,
hasta llegar a la cabecera municipal de Ejutla.
De
esa localidad el peregrinar inicia muy de madrugada con la subida de un alto
cerro que demanda un esfuerzo de más de
una hora, para de ahí llegar a una
población llamada Manzanillito, localizada por la carretera federal adelante de
Unión de Tula.
El
siguiente punto obligado es la población de Ayutla, de esa población se dirigen
uno de madrugada hasta el popular lugar llamado Talpita.
Se
continúa el recorrido hasta pasar por Cuautla, un pintoresco pueblo de
emigrantes a Estados Unidos, que muestran ese amor por la patria, con
ostentosas residencias, muestra de los beneficios del sueño americano.
El
siguiente punto es el llamado Tierras Blancas, donde la mayor parte de
peregrinos desayunan y posteriormente se llega a Volcanes, una localidad que se
distingue por su gran cantidad de cocinas de comida mexicana que se oferta a
los peregrinos tanto de a pie como a los que viajan en carro o autobús, platillos
tan variados como, guisos de res y cerdo, lengua de res en salsa verde, pollo
al pipián, birria, carne asada y unas enormes quesadillas acompañadas de una
picante salsa.
Muy de
madrugada inician la jornada pasando por lugares como el Cerro de La Campana,
Las Cruces, justo ahí en la cañada desde lo alto del cerro se ven las luces de
la localidad de Jacales.
Más
delante están Los Guayabos para continuar hasta llegar a Cocinas de Mascota, un
área confortable con sombra de añejos ocotillos que dan un clima especial al
lugar.
Ahí se
reúnen los familiares y amigos que se han unido en la última etapa de la
jornada, en ese lugar se comparten alimentos que desinteresadamente los
paisanos llevan a todos los peregrinos.
El viernes por la tarde alrededor de las 18:00
horas, se oficia una misa por el Sr. Cura que está en turno en la parroquia de
nuestro querido Tecalitlán, como un agradecimiento a la Virgen por permitir
casi llegar al destino.
Por
la madrugada del sábado se inicia la última jornada, pasando por la popular
Cruz de Romero, el descenso es como un respiro a esas grandes y agotadoras
jornadas que se experimentaron por varios días.
Al
llegar al destino esperado se ve el majestuoso arco de bienvenida para culminar
con el recorrido hasta llegar al recinto religioso dedicado a la virgen del Rosario
de Talpa donde el sacerdote celebrante alrededor de las 7.30 de la mañana
celebra la misa solemne con los peregrinos y familiares tecalitlenses.
Al
finalizar de la misa los peregrinos tecalitlenses se congregan en un local
convocados por bienhechores quienes ofrecen un desayuno a los asistentes.
Enseguida
la mayor parte de los visitantes tecalitlenses emprenden su retorno a su
terruño querido, otros más se quedan otro día a disfrutar de la hospitalidad
que ofrece la gente de Talpa de Allende.
De
esta manera concluye el peregrinar de tecalitlenses que acuden a Talpa año con
año y que se ha vuelto toda una tradición.
*Cronista
de Tecalitlán.
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