miércoles, 6 de febrero de 2019

La gratitud, como valiosa virtud del individuo




Martha Catalina Álvarez


 “Mientras los ríos corran al mar y haya estrellas en el cielo,
debe durar la memoria del beneficio recibido,
 en la mente del hombre agradecido”.
Virgilio


Generalmente desde que nace, el ser humano recibe de los progenitores incontables beneficios que contribuyen en su vida durante las diferentes etapas formativas. Es en casa donde los papás de acuerdo a criterios y principios personales le enseñan los valores básicos necesarios para actuar, regular emociones y promover en ese primer escenario del hogar conductas y comportamientos específicos.  



A través de acciones cotidianas aprende sencillos modales como saludar, agradecer, respetar, escuchar y colaborar con lo que se requiera como miembro de ésta; tales conductas primero son metas a corto plazo que los padres de familia se empeñan en que aprendan sus hijos; después, con el paso del tiempo, estás prácticas se convierten en expectativas a largo plazo que lo harán actuar como individuo.

Son importantes, porque van forjando no sólo el carácter y personalidad del sujeto que aprende a base del ejemplo que observan en los padres de familia, de repetir una y otra vez hasta que son parte de su persona, los vive, aplica y manifiesta a los demás en todo lo que realiza de forma espontánea. Es así como el individuo aprende a ser virtuoso, a través del modelo o referente que lo va formando desde la infancia, considero fundamental que los papás sigan fomentando en sus hijos el valor de la gratitud, no sólo como un valor que forma parte de un repertorio elegido, sino como una virtud que lo distinguirá como persona en cada uno de los contextos donde interactúa.   

En la escuela, son los docentes quienes se ocupan por atender las necesidades observadas en los alumnos; les ayudan a descubrir las capacidades personales, a confiar y reconocer fortalezas, creer en éstas como oportunidades para alcanzar los retos establecidos en lo referido al aprendizaje, crecimiento y superación personal, haciendo siempre lo correspondiente. Se interesan también, porque en el proceso de aprendizaje, los alumnos aprendan reglas de cortesía y las practiquen como parte del desarrollo personal y social en el que se encuentren. He aquí la importancia de que los padres de familia y docentes establezcan acuerdos, criterios para formar a los niños, adolescentes o jóvenes con el mismo enfoque formativo.    
Pero, ¿quién no recuerda con cariño y gratitud esas personas que tuvimos la fortuna y privilegio de conocer, coincidir o tener a nuestro lado en momentos específicos, etapas de formación y escenarios particulares? Sin duda, están presentes, sobre todo, aquellos de que han dejado huella en nuestra existencia; recordaremos con eterno agradecimiento a nuestros padres, familiares, docentes u otras personas que nos ayudaron a ser mejores personas, para lograr lo que queremos, hacer realidad nuestros sueños y proyectos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Popular Posts