*Samuel Gómez Patiño
En semanas anteriores hemos
platicado como encontrar la felicidad, según los estudios del Dr. Tal Ben
Shahar, responsable de la Academia de Estudios de la Felicidad; primero
analizamos el “Bienestar espiritual” y la semana pasada “El bienestar físico”.
En el primer caso te platicaba que debemos encontrar cual es la razón de vivir,
todos tenemos una misión que alcanzar, solo que a veces no nos damos cuenta,
pero, cuando lo descubrimos hacemos hasta lo imposible por lograr trascender.
Se me ocurre, por ejemplo, cuando un padre entiende que tiene, no la obligación
de preparar a sus hijos para mejorar su vida y la de los demás, sino el
menester de darles mejores oportunidades; le inculca valores, estudios y amor,
así esperamos que nuestros hijos sean mejores personas que nosotros. Cada uno
de nosotros debe buscar en el ámbito espiritual, que es lo que nos mueve, a
corto y a largo plazo.
En
el bienestar físico, era fijar las estrategias para mantener nuestra salud
física y mental, ya que estos intervienen en hacernos sentir sanos y por lo
tanto productivos. Nuestro cuerpo bien alimentado y descansado nos ayuda a
poder realizar mejor todas nuestras actividades. Espero que los tengas
definidos en tu hoja de trabajo. Toma lápiz y vamos por el tercer elemento.
Nuestro
cerebro también debe ejercitarse, en los hombres debe ser más fácil (según las
mujeres) gracias a que nuestras dos neuronas se pueden conectar más rápido. Le
preguntaban a Don Emilio “El Tigre” Azcárraga Milmo sobre el tipo de
programación que se tenía en Televisa, empresa de la cual era dueño y
directivo, y el señalo que “Hacían televisión para jodidos”, y hasta la fecha;
para tener mejores raiting tienen que enfocarse en la audiencia que consume sus
contenidos: telenovelas (producto estrella), puro futbol, comediantes metidos
la mayoría en la mediocridad de un México, programas como “Laura en América”
(por fin lo quitaron), en fin programas que reflejan el subdesarrollo del país.
Francisco
Ignacio Taibo Mahojo (Paco Ignacio Taibo II) anuncia su estrategia Del Fondo de
Cultura Económica de vender libros a precios por debajo de los 50 pesos,
atribuyendo a que el costo de los libros es la causa del poco interés de los
mexicanos por la lectura, pero me pregunto, si no invierto en un libro, porque
pagamos desde 2,000 hasta 19,000 pesos por un teléfono inteligente. Me temo que
la vida que llevamos de todo obtenerlo rápido, sin realizar mucho esfuerzo, perdiendo
el interés por ser mejor, nos hace perder uno de los propósitos de la vida:
superarnos a nosotros mismos.
¿Qué lectura cambio tu vida? A mis cincuenta y
siete años, he leído una cantidad innumerable de libros. Desde los que en la
escuela me dejaban como parte de mi educación hasta los que por mi propio
interés he tenido en mis manos. Desde que recuerdo, siempre me ha gustado
comprar mis libros, por lo que mi biblioteca es bastante extensa. Lecturas de
administración, mercadotecnia, finanzas, desarrollo personal, motivación,
historias verdaderas, novelas fantásticas, en fin, mi interés por aprender con
las lecturas sigue insaciable. Recuerdo que una vez una alumna me comentaba que
notaba que era una persona que viajaba mucho ya que les ponía muchos ejemplos
con historias de todo el mundo, por lo que le comenté que al contrario, no
salía de la ciudad de Tijuana (así fue durante más de 20 años), pero que leía
mucho para aprender y dar mejor mis clases. Así llegaban historias del
McDonald’s, Coca Cola, Apple, Bimbo, Telmex y biografías de Michael Jordán,
Steve Jobs, Walt Disney, Henry Ford, entre otros ilustres personajes.
También
me encanta ver películas que adelantan nuestra visión del futuro, historias de
personas a veces historias reales o imaginarias, así me gustaron algunas como
“Belleza inesperada”, “Antes de partir”, “Hambre de poder”, “42”, “La vida
misma” y muchas otras que nos enseñan sobre las personas y sus comportamientos,
como la serie “The Walking Dead” que nos muestra que no estamos preparados como
sociedad ante una eventual catástrofe mundial.
Queremos
ser personas que piensan y mejoran nuestra sociedad, debemos prepararnos, estoy
consciente que más estudios no nos hacen mejores personas, pero entre más
conocemos y logramos comprender lo importante que es cuidar la vida, el medio
ambiente y el planeta, les aseguramos a nuestros hijos un mejor futuro.
Anota
que harás de ahora en adelante para buscar el bienestar intelectual; puede ser
que ahora leerás más, que reflexionaras más cuando ves una película y lo que el
cineasta te propone o, simplemente buscaras las herramientas necesarias para
mejorar intelectualmente. Recuerda no necesariamente lo consigues aumentando
tus estudios, sino aprendiendo que hacer con estos nuevos conocimientos, sin
importar como los obtengas. Hoy, no es el problema la información sino poder
interpretar cual es útil y como utilizarla.
Mientras
sigo leyendo el libro “Coca Cola por dentro” de Neville Isdell, te dejo
reflexionando: como logro ejercitar mi cerebro.
La próxima semana: “En búsqueda de
la felicidad: capítulo 4. Lo renacional”.
Me
gustaría leer tú opinión, puedes escribirme al correo samuelgomez@uabc.edu.mx o en
Facebook: Samuel Gómez Patiño
*Director del Área 1 de los
Toastmasters y
Presidente del Club Ejecutivo de
Tijuana
Licenciado y Maestro en
Administración de Empresas
Catedrático en la Facultad de
Contaduría y Administración, en Tijuana
Universidad Autónoma de Baja
California
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