>Los
olvidados de Bustamante.
Primera parte
Milton
Iván Peralta
El Volcán/Guzmán
Desde
hace varios años, ha visto el cómo su casa se ha ido agrietando poco a poco.
Como esas líneas delgadas se van haciendo gruesas. Esas rayas en las paredes
blancas comienzan a dejar pasar los rayos del sol, y con el paso de las
semanas, el agua. Cada línea, se convierte en grieta, cada grieta debilita la
estructura de una casa, poniendo en peligro a una familia, sienten miedo donde
deberían estar seguros, en su propio hogar.
“Hace tres años me hicieron una valoración del riesgo en la que estaba en mi casa,
hasta el momento me entregaron jun papel, no me dieron ningún apoyo ni nada, ni
se han dirigido conmigo para ver qué es lo que vamos hacer, por la situación en
la que estaré apoyada por ellos, a mi y a mis vecinos nos urge proceder a ver
qué se va hacer en esta situación”, dijo una de las damnificadas de la calle
Bustamante 121, la maestra Aracely López Chacón.
“Si ustedes miran mi casa se darán cuenta que mi casa está toda cuarteada, de
un solo lado, pero vivo en situación de riesgo, no puedo hacer nada por ordenes
del mismo ayuntamiento, el me dice que no puedo reconstruir mi casa, quise
hacerlo en el 2013 y no me dejaron, porque estoy a trece metros del abra que
pasa aquí por la calle Bustamante”.
Aracely es maestra de profesión, trabaja para sacar adelante a sus hijos. Su
vida ha cambiado desde hace varios años, y el temor es latente por el peligro
de algo que acecha desde las sombras, el abra que esta debajo de sus pies. “Yo
le pregunto al presidente qué puede proceder aquí, no nomás yo, sino mis vecinos
que tienen sus casas dañadas, espero ahora sí tener una respuesta favorable, no
puedo construir, si hubo personas que se les apoyó con construcción de casas,
no sé de qué manera nos puedan ayudar, pero necesitamos ayuda”.
LA HISTORIA DE LA GRIETA
La
maestra Aracely ha vivido la mayor parte de su vida en esa casa, era de sus
padres, esas pequeñas líneas han ido apareciendo con el paso de los años, pero
ha habido dos momentos claves para esto “en el temblor de 1985 se cuarteo poco,
en ese tiempo mis padres no tuvieron para reconstruirla, pero era poco. Pero en
los últimos años, con los hundimientos (2012) que tuvimos después se dañó más,
no tengo a dónde ir, no puedo hacer más, tengo que estar aquí. Como toda
persona, requerimos tener seguridad en el hogar, pido que el ayuntamiento me
apoye”.
Pero la casa marcado con el 121, de Bustamante no es la única, su vecino de al
lado tiene la casa destruida por completo, la de enfrente de dos pisos se está
ladeando.
Recordemos que el 21 de septiembre de 2012, la falla geológica se volvió hacer
presente, dañando las casas de la calle Ignacio Mejía, Manuel M. Dieguez,
Municipio Libre y la calzada Madero y Carranza, también estuvieron los de la
calle Bustamante, pero nadie habló de ellos.
“Se abrió incluso el pavimento de la calle, de ahí se comenzaron a reventar los
conductos del agua, comenzó a brotar el agua, vinieron y taparon, así
solucionaron, pero después se ha vuelto a abrir, si se fijan la inclinación de
la calle es cada día más, la casa del otro lado se va hacía un lado, la de
enfrente es lo mismo, nosotros somos los afectados, los demás no”, dice la
maestra entre lágrimas.
Dice que cada vez que tiembla se escucha un gran sonido debajo de la tierra,
“nadie viene y nos pregunta a ver si estamos bien, es una situación de riesgo
que vivimos permanentemente”.
EL OFICIO
Al
documento al que ella se refiere es el oficio: J238/2016, de la unidad de
Protección Civil y Bomberos de Zapotlán el Grande, bajo el asunto: Informe de
Análisis y Determinación de Riesgo, fechado el 16 de junio de 2016. En el
comentan que se hizo una “verificación, análisis y determinación, con el
objetivo de realizar una sensorial y levantamiento de campo, para emitir la
determinación que resulte”. El oficio dice que conforme al atlas de riesgos
naturales 2015, tiene el peligro de: huracanes, velocidad del viento isotaca,
peligro por aceleración teórica, por deposito de cenizas, por fallas, por zona
sísmica y hundimiento, todos en categoría “Muy alto”. Pero el oficio dice que
“se necesita apuntalar el techo y el muro para evitar el colapso”, así termina firmado
por Ricardo Lozada Padilla, coordinador administrativo de la unidad de
Protección Civil y Bomberos de Zapotlán.
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