Una grieta que crece cada día

>Los olvidados de Bustamante, parte 2.

Milton Iván Peralta
El Volcán/Guzmán

“Cada vez que despierto, le doy gracias a Dios por amanecer con bien, porque mi casa no se cayó”, comentó la señora Martha de la Torre Chacón, vecina de la calle Bustamante 126, la cual se ha visto afectada por el abra que pasa por ahí, que ha dañado la calle, y la casa de ella y de varias de sus vecinas.

Calle Bustamante, al fondo la casa del 121, color amarillo,
la 123, que ya esta abandonada. 

Uno transita por la calle Morelos, al llegar al cruce con Bustamante, uno sube y nota que hay una especie de tope, pero no lo es, es un desplazamiento que se ha tenido en la tierra, lo que ha provocado que en varias ocasiones ha sido tapado las fugas de agua por SAPAZA, a quienes han comentado a los vecinos que “todo esto está hueco”. Cada año personal de obras Públicas bachean ese espacio de la calle, como si fuera un bache, pero no lo es. Si uno pasa no se percata de nada, pero una mira a detalle deja ver grietas en el piso, un poste de luz ladeado, una casa de dos pisos emulando a la torre de Pisa, una casa frente a esta abandonada y sumamente dañada por las grietas.

“Ya se están viendo reflejados los daños que hay por el abra de Bustamante en mi casa, no sé si las cuarteaduras de mi casa sean por el abra, o porque la casa de mi vecino se está ladeando, y mi casa sostiene su peso”, platicó Martha de la Torre Chacón. La casa del al lado, Bustamante124, es de dos pisos, y desde la calle se ve inclinada hacia la izquierda.

Comenta que la casa se les cayó a sus padres en 1985, pero con ayuda de la iglesia, la volvieron a construir, pero a raíz de lo sucedido con el abra que dañó las casas de Manuel M. Dieguez, el 21 septiembre de 2012, dice que su casa comenzó a dañarse un poco más. Que fue cuando la del vecino comenzó a ladearse, “no teníamos estas cuarteaduras de la sala, ni de la cocina, cuando llueve se mete toda el agua, se hace como una cascada, dañando la pared, cuarteando demasiado”. Es ahí cuando toma la decisión de cambiarse de cuarto, ya que sus vecinos le decían que corría el peligro que le cayera la barda encima.

En aquella fatídica noche del 2012, las autoridades municipales tuvieron toda la atención a las calles Manuel M. Diéguez, Ignacio Mejía, Calzada Madero y Carranza y Municipio Libre. Aunque la calle de Bustamante mostró daños, los vecinos poco reportaron esto, a pesar de que a simple vista se veían las grietas y también escucharon ese “rugido y desplazamiento de tierra”, que reportaron los demás afectados.

El daño más visible fue una gran fuga de agua al romperse los ductos de esta, personal de SAPAZA fue hasta el día siguiente a reparar la fuga, y tapar el hoyo, pero el daño ya estaba ahí y desde el 2012 ha venido afectando directamente a seis casas, dos de ellas ya tuvieron que ser abandonadas, las otras cuatro aún no.

AUTORIDADES NO HABLAN DEL TEMA

Buscamos a las autoridades de Protección Civil y Bomberos de Zapotlán el Grande, el jefe de esta Alberto Gutiérrez Moreno, quien no dio entrevista al tema mandándonos con el encargado del  en el cual el coordinador de esa área, quien simplemente nos remitió al Atlas de Riesgos, y fuera de micrófonos reconoció hace unos años visitó dichas viviendas.

En el Atlas Municipal De Peligros y Riesgos Naturales de Zapotlán el Grande, comenta en el Anexo IV: “Relación de Municipios con Riesgo Global” de las Reglas de Operación del Programa de Prevención de Riesgos en los Asentamientos Humanos, para el ejercicio fiscal 2014, publicadas en el Diario Oficial el domingo 29 de diciembre de 2013, se muestra la relación de los municipios con un índice de riesgo global alto y muy alto, en la que se clasifica al municipio de Zapotlán el Grande, Jalisco con un índice de riesgo global muy alto.

Las banquetas también se notan destruidas.

Y especifican que el “abra”, es una grieta que cruza la zona urbana de Ciudad Guzmán, desde el nororiente, hasta el sur-poniente, como se señaló, se manifestó desde septiembre de 1985 y es evidente en puntos de las calles Bustamante, José Rolón, Guerrero y Manuel M. Diéguez.

Recordemos que apenas el 13 de noviembre de 2017 realizaron la entrega de once casas a los damnificados de Manuel M Diéguez, “les entregaron una casa con dos cuartos, dos baños, porque sus casas fueron afectadas hace cinco años y catalogadas como inhabitables. El monto aprobado fue de cuatro millones de pesos, el municipio aportó el terreno como coparticipación, y el monto ejercido fue de tres millones 385 mil 825.56, reintegrando al Fondo de Emergencias la cantidad de $154 mil 774 pesos”, esto tras seis años de zozobra y de vivir en casas señaladas por Protección Civil como “inhabitables”. 

BUSTAMANTE 125

En la entrada se notan los daños de la casa
con el número 123, dañando a la de a
lado. 

En la casa con el número 125, vive una humilde pareja ya entrada en años, no quisieron dar sus nombres, pero nos mostraron los daños que les ha ocasionado el abra, la barda izquierda que tiene como vecino al 123, una de las casas más dañadas y la cual ya fue abandonada hace como un año. 

La pareja tuvo que dejar su cuarto porque era la zona donde más agrietado estaba, se mete la humedad, hay un olor profundo de humedad. Durante poco más de un año tuvieron que dormir en la cocina, hasta que sus hijos pudieron meter papeles para que les dieran un cuarto rosa, esto apenas el año pasado. 

Pero a pesar de que este nuevo cuarto tiene poco tiempo, de que fue reforzado porque los hijos son albañiles y ellos mismo los construyeron, el cuarto comienza a mostrar humedad. 

“Hemos andado con los candidatos de todos los partidos desde esa época -2012-, todos nos escuchan, pero prefieren darle la vuelta a esta calle, ya saben de los daños, pero nadie hace nada”, lamenta la señora que mira su barda cuarteada y humedecida, a sabiendas que tarde que temprano terminará cediendo por el peso de la casa del vecino, perdiendo así su patrimonio.

TAMBIÉN PUEDES LEER

Vivimos en un constante peligro: vecina