Un
momento por favor
J. Jesús Juárez Martín
Sin
pensar ni esperarlo el pasado miércoles 27 por la noche me invitaron a la
Montaña de Cristo Rey en Silao Gto. Aunque pedí tiempo para pensarlo la
decisión fue instantánea, porque mi primera andanza lejana de mi tierra con mi
familia por dos años fue a León, y de ahí en octubre de 1951, nos impidieron
subir a pie de la capilla donde fue dinamitado el primer monumento de Cristo
Rey hasta donde ya se había colocado en la cima la monumental escultura de 20
metros visible desde Loma Bonita, más conocida como “El Cerro” de la Ciudad del
Calzado unos 25 a 30 Km.
Permítanme
rememorar que la Fiesta de Cristo Rey fue instaurada el 11 de diciembre de
1925, estamos a menos de siete años de la celebración de su primer centenario.
Fue un reconocimiento a la fe y piedad de los católicos mexicanos en especial
los constructores de Silao del primer monumento a Cristo Rey con su Obispo de
León.
La
noticia de esta festividad católica se dio a conocer y explicó por medio de la
Encíclica QUAS PRIMAS del Santo Padre Pío XI sobre la Fiesta de Cristo Rey en
Homilías al pueblo católico que la Salvación Revelación y Reconciliación
procede de su Pasión, Muerte y Resurrección histórica y Evangélica ante su
Padre Celestial.
“Si
mi Reino fuese de este mundo mi gente habría combatido para que no fuese
entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí" le contestó a Poncio
Pilatos (Jn 18, 36) Autoridad Imperial en Jerusalén.
Jesús
es Rey del Reino de Dios que trae y al que nos conduce como Pastor nuestro y de
los creyentes. S. S. Pío XI comunicó que en su primera encíclica, al inicio de
su Pontificado enviada a todos los obispos del orbe católico, un análisis de
las causas de las calamidades que abrumaban y afligían al género humano, desde
antes, durante y posterior a la primera gran guerra después de ella proclamó
con claridad que no sólo el cúmulo de males en el mundo, porque la mayoría de
los hombres se alejaron de Jesucristo y su ley, en su vida, costumbres, la
familia y en los Gobiernos de los Países como México, que sufriría prohibición
de una religión pública e interferencias en su Misión Eclesial. Sin una
esperanza cierta de paz verdadera entre los pueblos, mientras los individuos y
las naciones negasen y rechazasen el imperio de nuestro Salvador.
La
"paz de Cristo en el reino de Cristo"
1-Exhortaba
a buscar la paz de Cristo en el reino de Cristo, que se prometiera se haría lo
posible por el reino de Cristo, pues no hay medio más eficaz para restablecer y
vigorizar la paz que buscar la restauración del reinado de la "paz de Cristo
en el reino de Cristo"
2-Nos
infundió sólida esperanza de tiempos mejores con la favorable actitud de
pueblos hacia Cristo y su Iglesia, única que puede salvarnos; una actitud
nueva, reavivada en otros, porque muchos habían estado como desterrados del
reino del Redentor, por despreciar su soberanía, se prepararse felizmente en
volver a la obediencia.
3-Ha
conmovido a las almas la Exposición Misional, que ofreció el infatigable
esfuerzo de la Iglesia en dilatar cada vez más el reino de Cristo Jesús por los
continentes e islas de mares remotos, el
crecido número de regiones para la fe católica por sangre y sudores de invictos misioneros, en
vastas regiones que todavía quedan por someter a la salvadora soberanía de
nuestro Rey.
4-Además,
cuantos grandes multitudes durante el Año Santo han venido de todas partes a
Roma guiados por sus obispos y sacerdotes, ¿qué otro propósito han traído sino
postrarse, con sus almas purificadas, ante el sepulcro de los apóstoles y
visitarnos a Nos para proclamar que viven y vivirán sujetos a la soberanía de
Jesucristo?
5-Y
todo cuanto ha acontecido en el transcurso del Año Santo, digno todo de
perpetua memoria y recordación, ¿acaso no ha redundado en indecible honra y
gloria del Fundador de la Iglesia, Señor y Rey Supremo?
En el
Antiguo Testamento
7-Que
Cristo es Rey, lo dicen a cada paso las Sagradas Escrituras. Así, le llaman el
dominador que ha de nacer de la estirpe de Jacob (3); el que por el Padre ha
sido constituido Rey sobre el monte santo de Sion y recibirá las gentes en
herencia y en posesión los confines de la tierra (4). El salmo nupcial, donde
bajo la imagen y representación de un Rey muy opulento y muy poderoso se
celebraba al que había de ser verdadero Rey de Israel, contiene estas frases:
El trono tuyo, ¡oh Dios!, permanece por los siglos de los siglos; el cetro de
su reino es cetro de rectitud (5). Y omitiendo otros muchos textos semejantes,
en otro lugar, como para dibujar mejor los caracteres de Cristo, se predice que
su reino no tendrá límites y estará enriquecido con los dones de la justicia y
de la paz: y dominará de un mar a otro, y desde el uno hasta el otro extrema
del orbe de la tierra (6).Condición litúrgica de la fiesta.
30- Por
nuestra autoridad apostólica, instituimos la fiesta de nuestro Señor Jesucristo Rey, y decretamos
que se celebre en todas las partes de la tierra el último domingo de octubre,
antes a la festividad de Todos los Santos. Asimismo ordenamos que en ese día se
renueve todos los años la consagración de todo el género humano al Sacratísimo
Corazón de Jesús.
Oportunidad
nos daremos de traer la historia de la construcción y los avatares de la
experiencia
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