Un
momento por favor
José de Jesús Juárez Martín
José de Jesús Juárez Martín
A
noventa años del conflicto de la Cristiada 1926 1929, también identificada como
la “Guerra Cristera” se presenta una sinopsis de la más reciente lucha armada
entre los mexicanos católicos y el Gobierno Federal encabezado por el Pte.
Plutarco Elías Calles.
GENERALIDADES
El
conflicto armado que se vivió como lucha fraterna de los años de 1926 a 1929
entre los católicos y el Gobierno Federal,
fue ignorado por la Historia oficial desde siempre hasta los años
ochenta. Esta dolorosa y trágica experiencia fue conservada por la tradición
oral, la cultura popular, el recuerdo de los protagonistas y quienes fueron
testigos de una lucha encarnizada con todas las consecuencias de una rebelión
cercana en nuestra geografía, sufriendo la sociedad civil la prepotencia de los
grupos que transitaban por los lugares patrios donde se desató la violencia.
“Cada
quién habla de la feria, como le va” es dicho que refleja los testimonios
diferentes de los de los eventos
vividos, porque la realidad es compleja y como protagonistas o testigos, sólo
vivimos una parte de ella. Tal como el registro de esta “Guerra cristera”,
denominada así por el grito de animación de los combatientes católicos que
proclamaban con “voz en cuello” ¡Viva Cristo Rey! y ¡Viva Santa María de
Guadalupe! Como cierre de arenga.
ANTECEDENTES
Un
conflicto bosquejado desde 1857 con la libertad de creencias de la Constitución
liberal, porque se interpretó como ataque a la unidad religiosa de México, en 1860 las leyes de Reforma se incorporan a
la Carta Magna y el Estado reivindica la primacía ante la Iglesia, con ello la
secularización de la administración pública
se proclama laica, legalmente el estado por la constitución será la
suprema autoridad, autoridad erigida en juez. La Teoría del Derecho no avala a
alguna parte en la controversia para ser juez y parte.
La
revolución mexicana tuvo aspectos nobles de reivindicaciones sociales, también
llevó entre los caudillos anticlericalismos, ambiciones de poder, ansias
económicas que impulsaron todo el proceso revolucionario. El objetivo primero
de la lucha era terminar con la dictadura porfirista y el segundo el “sufragio
efectivo”; en un año renunció don Porfirio y se exilió, las elecciones de 1911
fueron de triunfo arrollador de Don Francisco I. Madero, pero no llegó la paz.
Fue cuando se descubren las motivaciones vitales, los campesinos con Emiliano
Zapata continuaron la lucha, ahora contra Madero porque no llegaba el reparto
agrario, los jefes militares que detentaban las armas y tenían la estructura
forzaban las situaciones para ser beneficiados.
La traición de Victoriano Huerta a Madero y Pino Suárez después del
asesinato de ambos, llevó un grito de legalidad y justicia por el país y a
todos los mexicanos.
LOS GOBIERNOS DE LA REVOLUCIÓN
De
Coahuila, Don Venustiano y su ejército se suma a la revolución, y sólo es un
dicho, porque polariza intereses y divide; eran indispensables los acuerdos de
los revolucionarios, y la Convención de Aguascalientes pretendió encontrar
soluciones. Formalmente elegido Don Eulalio Gutiérrez, pero sin poder material desató las pasiones,
los sueños, anhelos, ambiciones tienen
un rumbo, conquista el poder a futuro, Don Venustiano convoca el Congreso en
Querétaro en 1916 y aunque se buscaban reformas
acordes a los tiempos, surge la Constitución de 1917 con un articulado
desconocido en las legislaciones contemporáneas: educación para todos. Laica,
obligatoria y gratuita; una ejemplar y humanitaria legislación que regulaba las
relaciones de trabajadores y empresas, declaraciones nacionalistas de la
propiedad del suelo, subsuelo, recursos naturales, mar territorial, plataforma
continental y hasta espacios aéreos. La Revolución tuvo a la mano el marco
jurídico para pacificar, para reivindicar, para gobernar, pero los generales se
consideraban imprescindibles y continuó la lucha encarnizada, así fueron
asesinando, embocando. Con las muertes de Zapata, Carranza, Pancho Villa,
Obregón, y muchos otros, no hubo poder de facto con legalidad y los
razonamientos y la lucha continuó con ajustes sangrientos que cancelaban la paz
del país. (Continuará la próxima semana)
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