Milton Iván Peralta
El Volcán/Guzmán
Saúl Alcántara Onofre, miembro titular del Seminario de Cultura Mexicana,
profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), campus
Azcapotzalco, estuvo la tarde de ayer dando una charla sobre “Arquitectura y
paisaje”, a los estudiantes de Arquitectura del Instituto Tecnológico de Ciudad
Guzmán (ITCG), esto dentro del marco de X Semana de Ingeniería Ambiental.
El contacto con el Tecnológico fue a
través de la corresponsalía del Seminario de Cultura de Ciudad Guzmán, “compartí
algunas muestras de trabajos que vi en Italia, para mostrar que la arquitectura
no está separada del paisaje, de su entorno, de sus jardines, la importancia de
estos muros, no como se hace hoy en día, estos jardines ecológicos que con muy
caros y su mantenimiento es bestial, que se pusieron de moda y se han
reproducido en México y han sido un fracaso”, invita a los jóvenes hacer cosas
sencillas con enredaderas, o plantas muy sufridas con las cuales se pueden
lograr esos efectos, sin tanto gasto y mantenimiento”.
También mostró dos obras en Milán, de Sasagi, “el cómo hace su arquitectura en
el área e Milán que son evocaciones de arquitectura”, recordemos que esta
ciudad en el siglo XV y XVI era como Venecia, tenía canales, era una ciudad
anfibia “Sasagi trabaja todo el aspecto paisajístico de arquitectura y lo
renueva”.
El otro conjunto habitacional de Daniel Libeskind “hace algunas intervenciones
paisajistas muy interesantes, lineamientos de árboles, ya no nada más es la
obra que se construye, sino también su entorno”.
Además mostró algunos trabajo que ha hecho, como el rescate de un puente En
Tres guerras, del arquitecto neoclásico, en Celaya Guanajuato, “es un puente
que durante tres generaciones estaba enterrado, lo descubrimos, hicimos la
apuesta de que es de 1808, la geometría del paisaje va relacionado con la
arquitectura del puente, arquitectura y paisaje van muy ligados”.
Comenta Saúl Alcántara que la arquitectura debe ir ligada al paisaje, “no se
impongo nada más, trato que esa lectura del pasado pueda seguirse
interpretando, lo que yo le agregue no sea una disonancia o un disturbio de esa
lectura, en ese caso del puente”.
Se comentó que cuando se haga una remodelación de una obra debe respetarse su
paisaje, su historia, y no destruir para imponer lo moderno, se necesita una
conciencia para respetar esos espacios históricos “los proyectos deben ser
difundidos, los funcionarios públicos deben escuchar a los expertos, deben de
tener oídos abiertos para poder intervenir espacios emblemáticos, conocimiento
de causa, la historia nos da muchas luces para el presente y el futuro, si uno
interviene un sitio y no comprende la historia de ese lugar, lo que yo escriba
en ese libro que será un palimpsesto será erróneo, o borro lo demás y dejo lo
mío, tampoco es lo óptimo, derribar arquitectura de calidad, tradicional,
histórica, se pierde muchísimo”.
Comentó que los materiales de antes tienen mucha mayor duración que los de
ahora, “el concreto y el tabique no dura más de cien años, el adobe, tenemos
algunos casos del siglo VII, y más antiguo”, dijo Saúl Alcántara.
Comenta que los gobernantes no pueden ser renacentista, saber de todo, “que
llamen al cronista, al historiador, al que realmente comprende el tema, aquel
que estudia, puede a ver arquitectos muy buenos, pero a veces destruyen la
historia por dejar su huella desde el punto de vista, o por la parte económica
de los patrocinadores o el gobernante”. Dice que no se puede acabar con la
historia, porque sería tener Alzheimer, no sabemos de dónde venimos ni adónde
vamos “México es un país ancestral, cuando Inglaterra en el siglo VII apenas
había población, nosotros en el siglo VII nosotros teníamos una ciudad de
doscientos mil habitantes, Estados Unidos no existía, es del siglo XVIII,
tenemos una historia importantísima, una carga histórica muy pesada para
muchos, que se debe comprender, valorar y transmitir al futuro, porque ellos
-gobernantes- no son los dueños del patrimonio, ellos son gestores”, aprovechar
a las universidades.
Sobre el crecimiento de las ciudades, comenta que deben ir ya acopladas al
paisaje, que no sean una disonancia ni estridencia “un golpe más al territorio,
debe estar acompañando al territorio, al paisaje natural”. Dice que a veces en
las ciudades no es recomendable meter vegetación exógena, “los ficus árbol
nacional de Tailania, los eucaliptos, la palmera coco plumoso de Madagascar,
los truenos, los tulipanes africanos, que es vegetación que se encuentra en el centro
de Ciudad Guzmán “desaprovechan la vegetación natural que es una riqueza, se
debe recuperar la apuesta la flora nativa, me dicen que el zapote ya casi no se
ve, cuando es valiosísimo, hermoso, aunque son lentos para crecer, la flora
nativa hay que valorarla”.
También comentó que no se puede seguir con el aspecto tradicional del
urbanismo, “debe haber planificación paisajista, planeación del espacio
abierto, la calidad de vida de una ciudad se aprecia en sus calles, en sus
espacios públicos, se le ve valor al pavimento con concreto hidráulico, en
lugar del empedrado que es mucho mejor”.
Saúl Alcántara considera que el error gravísimo que hay detrás del negocio del
concreto “es meterle concreto estampado a todo, impermeabilizas los suelos,
antes era empedrado, ahora si se fractura tienes que abrir y tardan un año en
reparar, en el empedrado quitas las piedras, las pones y no pasa nada, además
filtra el agua”.
En el concreto con el calor se ve la
radiación, con el empedrado con arena eso no pasa, al contrario sale pasto
cuando llueve y se hace fresco “si tu pones arboles nativos baja la temperatura
tres o cuatro grados, cuando hace frío se hace templado”, además de muchos
otros beneficios para el medio ambiente dando una mejor calidad de vida”.
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