Samuel Gómez Patiño
En esta
ocasión te platico del libro de George S. Clason, “El hombre más rico de
Babilonia”, editado de manera original en los años 80’s pero que hasta nuestros
días siguen vigentes sus consejos.
Ambientado en la época de Babilonia,
el autor nos trae esta historia cuyo fin principal es hacer una reflexión sobre
la riqueza y no solo la manera de obtenerla sino de cuidarla.
“La
riqueza, como el árbol, nace de una semilla. La primera moneda que ahorres será
la semilla que hará crecer tu riqueza”; igual que todo lo que tenemos, se
inicia con un peso y cuando aprendemos a cuidar lo que obtenemos lo hacemos
crecer. Será como el ganadero que compro su primera vaca y ahora tiene toda una
hacienda que surte de carne y leche al pueblo.
Supongo que alguna vez habrás
querido comprar algo con mucho interés, te esforzaste para obtener los recursos
guardando parte de tus ingresos hasta juntar lo necesario para adquirirlo, como
tu primer celular, ¿Cuándo tiempo te llevo? Esto dependió de lo que fuiste
capaz de ahorrar.
“Primero
aprendes a vivir con menos de lo que ganabas”, les comentaba a mis alumnos
que antes de obtener un aumento de sueldo deberíamos aprender a gastar
adecuadamente, de otra manera no hay sueldo que alcance. La pobreza no se mide
de acuerdo a lo que me falta sino a lo que deseo tener, por ejemplo, para que
quiero dos automóviles si solo puedo manejar uno al mismo tiempo, pero lo
justifico con que uno es para el trabajo y el otro para salir de vacaciones.
Así lo seguimos practicando, con varios pares de zapatos, gastando en
restaurantes, etc., en fin, en actividades no necesarias.
“Debemos
aprender a pedir consejo a hombres que sean competentes gracias a la
experiencia adquirida y que lo quieran compartir con nosotros”, tanto como
Robert T. Kiyosaki en su libro “Padre Rico, Padre Pobre” y como Sofía Macías en
“Pequeño Cerdo Capitalista” nos muestran su preocupación de una falta de
educación financiera personal, y comentan que esta debiera de darse desde la
primaria y, por lo tanto ya mayores buscamos en algunos casos ayuda de los
asesores financieros para resolver nuestras cuestiones de dinero. Esto no es
malo, pero aprendamos a reconocer a los expertos que estén dispuestos de
enseñarnos como le hicieron ellos, los competentes en la materia.
“Cuando
empecé a gastar solo las nueve décimas partes de lo que ganaba me arregle igual
de bien que cuando lo gastaba todo”, cuando deje de pagar mi automóvil
Jetta, que compre de agencia uno de los primeros pensamientos fue que me
sobraría dinero y por lo tanto lo podía disponer en otros gastos. Esto fue un
error, ya que el sobrante lo pude haber ahorrado en virtud de que dejaba de
disponer un dinero mensual a su pago, por eso es importante que analicemos mejor
nuestros ingresos y egresos, y entonces dediquemos una parte al ahorro,
estrategia que nos debe ayudar a hacer crecer nuestra riqueza.
“Los
deseos son muchos, pero los que pueden ser satisfechos, pocos”, debemos
reconocer nuestra realidad económica, por ejemplo me gustaría realizar un viaje
a Europa, lo cual es válido en función de conocer otras culturas, enriquecer
mis conocimientos y conocer a otras personas, pero mi realidad es que no tengo
el disponible actualmente para viajar. Será mejor planearlo por adelantado de
tal manera que pueda cumplir este deseo una vez que arregle mis problemas
económicos actuales.
“El
plan prevé que pague mis deudas con lo que gane”, a veces los financieros
nos comentan que endeudarnos es como “tapar un hoyo destapando otro”, nada más
cierto que ello, a mis alumnos les comento que no es malo deber dinero, lo malo
es no pagarlo que trae como consecuencias falta de liquidez y costos de deuda
que ponen en riesgo nuestro patrimonio (y en ocasiones el de nuestra familia).
“Presupuestad
los gastos de modo que siempre tengáis dinero para pagar los que son
inevitables, vuestras distracciones y para satisfacer los deseos aceptables sin
gastar menos de nueve décimas de vuestros ingresos”, la mayoría de las
personas no realizan un presupuesto con sus ingresos y egresos. Una forma de
conocer a futuro cuando dinero tendremos es proyectar nuestros ingresos
(semanal, mensual, etc.) de tal manera que tengas una perspectiva de la
disponibilidad de efectivo personal o de la empresa. Así mismo, debemos
registrar las salidas de los dineros para distribuirlos adecuadamente de
acuerdo a su vencimiento, para pagar nuestras obligaciones.
Es importante que cuidemos el dinero
y entendamos que primero debemos de tener cubiertas todas aquellas obligaciones
necesarias para vivir o trabajar, en lo personal como comer, tener un techo
para vivir, el transporte, etc., y dentro de las empresas, cubrir sus nóminas,
gastos operacionales como la renta, los cargos de energía, agua, etc.
La riqueza no e
s la acumulación de
dinero, sino el mantener sanas nuestras finanzas, no gastar más de lo que
obtienes e invertir adecuadamente estos ahorros ayudaran a que tengas en lo
personal un ahorro para tu vejez, y en el caso de las empresas una prosperidad
para sus propietarios y los involucrados con el negocio: empleados, proveedores
y la sociedad en general.
La
próxima semana: A eliminar los pañales desechables.
Me gustaría leer tú opinión, puedes escribirme al
correo samuelgomez@uabc.edu.mx
o en Facebook: Samuel Gómez Patiño
*Director del Área 1 de los Toastmasters y
Presidente del Club Ejecutivo de Tijuana
Licenciado y Maestro en Administración de Empresas
Catedrático en la Facultad de Contaduría y
Administración, en Tijuana
Universidad Autónoma de Baja California
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