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lunes, 29 de octubre de 2018

De regreso a Clases



María del Carmen Torres Ávalos*


El pasado ­­­­­20 de agosto inició el actual ciclo escolar 2018 – 2019. Miles de alumnos se reincorporaron a sus salones de clases en los diferentes niveles educativos; algunos con entusiasmo, otros con descontento, pero quienes se enfrentaron por primeras vez a un Preescolar, una Primaria, una Secundaria o al mismo Bachillerato, quizá lo hicieron con ¡gran novedad! por experimentar el acceso a otro centro educativo, y sobre todo, por dar respuesta a sus inquietudes de conocer ¿Con qué maestros trabajarán?, ¿Qué compañeros van a tener? y ¡Cuáles amigos continuarán juntos!.



Lo cierto es, que estos últimos alumnos además de todos los cambios anteriores, están vivenciando  un nuevo Plan y Programa de estudios, con los cuales los mentores se han capacitado y continúan en ello. Por lo anterior, ¡alumnos!, a enfrentar con agrado todos los cambios de este Modelo Educativo. 

El nuevo Modelo Educativo, estructurado en Aprendizajes Clave, se fundamenta filosóficamente desde un enfoque Humanista, filosofía que “valora al ser humano” y sobre todo, la condición humana. Por lo tanto, esta idea se relaciona con la generosidad, la comprensión y la preocupación por la valoración de los atributos y las relaciones humanas, además, busca lo mejor de los seres humanos para los seres humanos.

Lo anterior implica considerar una serie de “Valores humanistas” que La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y La Cultura, en el documento: “Replantear la Educación ¿Hacia un bien común mundial?” muestra en su página No. 38, como: el respeto a la vida y a la dignidad humana, la igualdad de derechos y la justicia social; la diversidad cultural y social, así como el sentido por la solidaridad humana y la responsabilidad compartida de nuestro futuro común”.

Por lo tanto se puede afirmar que mantener  y aumentar la dignidad, la capacidad y el bienestar de la persona humana en relación con los demás y con la naturaleza, debe ser la finalidad principal de la educación en el siglo XXI. 

Esta forma de ver la educación en México, implica adoptar una perspectiva integral de la educación y del aprendizaje, en los que se incluyan tanto aspectos cognitivos, emocionales y éticos, pero sobre todo, un planteamiento dialógico, mismo que propone Paulo Freire, en donde de acuerdo a la gnoseología, …”el objeto cognoscible, en vez de ser el término del acto cognoscente de un sujeto, es el mediatizador de sujetos cognoscentes, educador, por un lado; educandos, por otro, y la educación problematizadora anteponiendo, desde luego, la exigencia de la superación de la contradicción educador-educandos. Sin ésta no es posible la relación dialógica, indispensable a la cognoscibilidad de los sujetos cognoscentes, en torno del mismo objeto cognoscible”.

            Esto es, que el conocimiento sea el mediatizador entre docente y alumno, a partir una realidad problematizadora  a través del dialogo  horizontal, recordando que aquí, no hay quien aprende ni quien enseña, sino que tanto educador y educando superan la contradicción de sus reflexiones  y aprenden juntos.  El dialogo tendrá que desarrollarse en dos dimensiones, acción y reflexión, derivándose así la praxis,  palabra verdadera que transforma el mundo.

Con esta dentro de tantas novedades  regresamos a clases en este ciclo escolar.

¡Bienvenidos y recordemos maestros!:

 “Nadie educa a nadie –nadie se educa así mismo-, los hombres se educan entre sí con la mediación del mundo.” Paulo Freire

*Asesor del Centro de Actualización del Magisterio en Cd. Guzmán.


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