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martes, 18 de septiembre de 2018

Rubén Fuentes, el obrero de la música






>  “El caso de Rubén ha generado un mayor impacto cultural, me atrevo a decir que todos, en la vida cotidiana”, dijo Alejandro Aquino.



>El libro titulado: Dicen que pasa la vida soñando. Apuntes sobre la vida de Rubén Fuentes, será presentado el  19 de septiembre a las 20 horas, en el centro cultural "José Clemente Orozco". 





Milton Iván Peralta
El Volcán/Guzmán

Con un libro de historias contadas por la gente, por los recuerdos, por la obra, se presentará el libro de uno de los hijos ilustres de Zapotlán, quien le dio sentido y armonía al mariachi, con ello al folclor tradicional mexicano: Rubén Fuentes, el libro titulado: Dicen que pasa la vida soñando. Apuntes sobre la vida de Rubén Fuentes. 

Alejandro Aquino, coautor junto con Orso Arreola, “esto se dio tras una visita del presidente Alberto Esquer y el entonces regidor Juan Manuel Figueroa, a la casa de Rubén Fuentes”, eso fue el 2 de marzo de 2016, cuando se le ofreció que la escuela de la música llevara su nombre, ahí se dio la idea, pero sin concretarse.

“El presidente Alberto Esquer designó a Orso Arreola para iniciar este proyecto, haciendo visitas y entrevistas, generando la información. Pero el trabajo y el tiempo se fue acumulando, es ahí donde entró Alejandro Aquino, quien es musico, escritor y egresado de la carrera de Historia. 

“Comencé con la cuestión bibliográfica, de sus películas, canciones, el libro al final tiene todo un glosario muy importante sobre un apéndice para la gente que le gusten los datos”, la cual la primera surge en 1951 a 2017 con la canción de El Son de la negra, en el sountrack de Coco, también viene La Bikina y Ciudad Victoria.    

“Es la canción Cartas a Eufemia, la que le abre la entrada al cine, lo cual era la punta de lanza de la promoción de una canción, la cual aparece en tres películas seguidas en el mismo año”, cuenta Aquino. Además, el listado de todas las canciones en las que ha participado ya sea como compositor, arreglista, sus principales intérpretes.

El libro se hizo entre investigación y entrevista con Rubén Fuentes, es el “primer paso para una biografía más extensa, la cuestión de Rubén es que abarca mucho, es compositor, productor, arreglista, en sus oficios podrían ser tres libros distintos”.

Recordemos que inició el bolero ranchero con Pedro Infante, tiene una “paternidad con las canciones de José Alfredo Jiménez, ya que le hizo todos los arreglos, no podemos pensar en Serenata Huasteca sin el arreglo inicial”.

Como productor fue el descubridor de muchos artistas, como José José, indirectamente Juan Gabriel, “al ser productor de la RCA, él conduce a los arreglistas de la época, como Eduardo Magañanes, que fue su discípulo, y es quien descubre y populariza a Juan Gabriel, es muy difícil que un artista popular de México no haya pasado por sus manos”. Aquino recuerda que el tema Échame a mí la culpa, es de Ferrusquilla, pero con arreglos de Fuentes, a l igual de Guadalupe Trigo Mi Ciudad.  

“El señor nos pidió en todo momento que el libro fuera esa esencia de rumores que la gente cree saber, es una biografía porque habla de sus datos, pero algunas cuestiones las deja un poco a la imaginación, porque la gente crea mitos en torno a su canciones”, el caso de Cien años “la cual en Zapotlán se tiene un mito, pero el problema es que la canción es de Alberto Cervantes, la misma Bikina, en el libro desmitificamos la versión popular, Rubén nos explica de dónde viene, su origen es un poco más curioso y sencillo, pero sobre todo menos poético”. 

Alejandro Aquino dice que ha sido una satisfacción poder hacer este libro, por su parte como escritor, pero también como musico “estar frente a alguien que ha producido a Pedro infante, a Miguel Aceves Mejía, Marco Antonio Muñiz, es estar viendo una leyenda viva”.

A pensar de sus 92 años es una persona lucida, es muy esquemático para hablar y escribir “hay una parte presiona, cuando él recibe el libro, él agrega de su puño y letra algunas cosas, pero lo hace en tercera persona, como siguiendo la línea del narrador”. 

 Cabe destacar que Rubén Fuentes sigue activo, les hace los arreglos al Mariachi Vargas, pero no ha producido a artistas como tal, “la industria discográfica cambio, y no encuentra en este momento a un cantante a quién producirle, ni un compositor a quien arreglarle”. 

Resalta que, para el gobierno municipal de Zapotlán, “era primordial de que la gente reconociera a Rubén Fuentes, porque si ya tenemos la suerte de que nazcan tanta gente importante, no podemos basarnos en los que ya no están, ni en los mismos de diario, el caso de Rubén ha generado un mayor impacto cultural, me atrevo a decir que todos los que tenemos, en la vida cotidiana”, dijo Alejandro Aquino.

 Para convencer al compositor fue fundamental su esposa, “a él le gusta estar tras bambalinas, por eso el libro ni las letras grandes tiene, porque dice que lo importante es la música, la gente es feliz con ella, por eso el libro tiene otros elementos que investigamos, versiones, opiniones”, una de las polémica es el tema Que bonita es mi tierra, “él asegura que es una canción para Zapotlán, pero el tema habla del mar, siento que es una alegoría a todo México”.

Se considera el libro le colofón de esta reivindicación que ha tenido mutua de Zapotlán con Rubén Fuentes y Rubén Fuentes con Zapotlán.   


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