Un
momento por favor
J. Jesús Juárez Martín
En el
muy cercano septiembre se cumplirá el centenario del nacimiento del “El último
Juglar “, nacido en este lugar como él lo declarará: “Yo, señores, soy de
Zapotlán el Grande. Un pueblo que de tan grande nos lo hicieron Ciudad Guzmán
(1856) hace cien años", y el mundo literario, llenará por escasos días de
celebraciones, homenajes, lecturas, mesas redondas, es decir instituciones,
académicos, políticos, escritores y ciudadanos etc. tendremos oportunidad de
rendir homenaje al Maestro Juan José Arreola Zúñiga desde nuestro sencillo y
leal afecto, respeto a su obra y lectura o relectura, según el caso personal a
su legado.
En
el ejercicio docente tuve el gusto de leer con los grupos asignados a mi
desempeño una “Selección de textos, comentarios y notas de Felipe Garrido” de
la publicación de la plaqueta “Juan José Arreola para jóvenes. “Infancia y
adolescencia” del Gobierno del Estado de Jalisco de 2011, como lo hicimos con
otros libros publicados en su oportunidad del Gobierno Federal como apoyo a los
programas escolares.
Comparto
algo de este texto que es un homenaje a Juan José Arreola, emblemático y este
singular personaje de las letras españolas y para prestigio del pueblo que le vio
nacer el día 23 del noveno mes de 1918, cuando la Revolución Mexicana era causa
de agitación en aquel México...
En la
presentación se publica: “Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”
Emily Dickinson. Ni pasaporte, ni visa,
basta seleccionar y leer el texto, la aventura empieza, aunque el escrito esté
en tercera persona, se acomoda automático a la primera de plural, “nosotros”.
El Maestro Juan José abrazó las letras y con
ellas construyó fabulosas obras que trascienden desde actualidad, están en el presente
y conquistarán en su traslado el futuro, tan vigentes como el día de su
publicación, con el agregado que son testimonios de la vida sociocultural del momento
en que él escribió, los conceptos históricos avalan el mensaje literario. Sus
obras literarias son apreciadas en todos los tiempos y lugares con sencillos
ajustes de comprensión eso las hace ser de permanente interés y vigencia, por
eso las conocemos como oras maestras.
Vayamos
por el principio de su vida, la laboriosa familia de catorce hijos de Don
Felipe y su esposa Doña Victoria, seis niños y ocho mujeres habitantes de esta
Ciudad Guzmán aunque ellos la nombraban como Zapotlán, el cuarto de ellos es Juan José que desde
pequeño aprendió poemas y las recitaba, le gustaban los actos circenses, los
títeres, pasear por el campo cercano a su domicilio por la calle Moctezuma 25, pasear en bicicleta, ping pon y en especial el
ajedrez.
Su
formación escolar fue la básica con el Profr. José Aceves hasta el cuarto año, pero
fundamental, porque la lectura aprendida y practicada en su vida le dieron los conocimientos
suficientes y las obras literarias europeas las disfrutó desde su infancia y
juventud con el acervo de los demás libros conocidos en su formación, para
trascender en la literatura.
Su
hermana Virginia, la hermana menor, testimonia que convivían y le enseñaban lo
que necesitaba como niña y adolescente, todos tenían trabajos que realizaban de
acuerdo a las reglas de la casa, porque su padre era de firme disciplina.
El
primer trabajo del joven Juan José, fue relacionado con los libros como
encuadernador, en su inquietud, buscó otras ocupaciones que le agradaran y le
redituaran, dependiente, vendedor ambulante, ya adulto, actor, corrector en el
Fondo de Cultura Económica, maestro universitario, comentarista de televisión,
conferencista y muchos trabajos relacionados a su profesión de escritor.
Su
primer cuento “Sueño de Navidad” en 1941, fue publicado en el periódico El
Vigía de Don Esteban Cibrián, luego le siguió “Hizo el bien mientras vivió”.
Toda experiencia fue atesorada en la afectividad, valiosa para su formación y
tener una vida llena de satisfacciones por su desempeño literario. Su singular
forma de escribir le fueron dando consistencia, de 1953 a 1999 fue galardonado
con varios premios que se enumeran: * Premio Jalisco en Letras. *Medalla José
María Vigil, como Hijo Predilecto de Jalisco *Premio Villaurrutia *
Reconocimiento del Grupo José Clemente Orozco de su natal Zapotlán* Condecoración
del Gobierno de Francia *Premios nacionales de Periodismo Cultural y de
Lingüística y Literatura *Medalla Jorge Luis Borges en Buenos Aires *Premio Universidad
Autónoma de México *El premio Juan Rulfo, Feria Internacional del Libro
Guadalajara *Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Colima *Premio
Alfonso Reyes *Premio López Velarde. Nombramiento
*Creador Emérito en el Sistema Nacional de Creadores de Arte, y me permito
agregar de 1951 Ganador de los Juegos Floral en Ciudad Guzmán presea del Grupo
Cultural Arquitrabe al inicio de su “Época de Oro” rompiendo el adagio “Nadie
es profeta en su tierra”.
La
cercanía hacia el público, su interminable charla y sencillez le acompañaron
desde siempre hasta su sentida despedida en el año 2001 en Guadalajara. Finalmente,
sus restos, son honrados en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, desde el
21 de septiembre de 2015.
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