Un
momento por favor
J.
Jesús Juárez Martín
En una
página de redes sociales encontré tres sucesos cotidianos para la
sociedad, dos relevantes y especiales para los protagonistas y especiales en su
vida, el primero, es una historia de amor de un matrimonio
que aceptaba lo que parecía la voluntad del creador, para ellos
representaba una frustración en su deseos de integrar su familia, una pena que
con el tiempo se convirtió en drama de no engendrar, no concebir al hijo
deseado, después de más de diecisiete años; consultas a médicos,
oraciones, y la esperanza parecía esfumarse cada vez, cada mes, aceptándose...
recientemente ante malestares inusuales de la esposa el Doctor les anunció la gestación
de su primogénito hijo, ahora ya hacia el octavo mes, los preparativos de los
felices progenitores para el feliz nacimiento lo comparten y manifiestan. Hoy
entregamos una nueva vida, es regalo divino, con el cual Dios refrenda su pacto
de amor al género humano, aunque paguemos mal, pero como Él es inmutable,
simplemente deja que opere ese orden natural en el universo establecido por
Él, porque es poderoso y con nuestra voluntad y acciones positivas o
culposas modificamos nuestro entorno.
Nada
es verdad, nada es mentira, todo es del cristal con que se mira, según
Campoamor, pero nos arroja al relativismo sin comprender la
compleja realidad. La realidad es, existe, no la comprendamos a
plenitud, sólo entendemos una ínfima parte, pero en esa limitación tiene
un horizonte esperanzador de mayor y mejor comprensión y explicarla.
Gastamos la vida tratando de asimilar esa comprensión; pero la fe ilumina con
esperanza nuestro tránsito porque conoceremos la plenitud de lo creado y la
vivencia, la experiencia del increado Dios, esencia y nuestro creador.
La vivencia humana más significativa
es la maternidad y la paternidad, a la par considero es la cúspide de la
responsabilidad humana el cuidado y la formación de la familia, una
realización implica obligaciones: cariño por toda la vida,
alimentación, satisfacción de necesidades materiales en los primeros años de la
vida, el desarrollo y la educación, proceso de adquirir los bienes
culturales, las herramientas para construir nuevas personalidades, libres,
responsables que puedan independizarse de la casa hogar y colaborar con
la comunidad en la producción de bienes u ofrecimiento de servicios que
proporcione lo necesario para una vida digna cooperativa y socialmente
integrada.
El
segundo caso encontrado en “san google”, fue la petición de una oración para
dos niños gemelos nacidos en la semana primera de julio, uno de ellos permanece
en el Hospital Regional recibiendo atención médica porque su salud no es
óptima. Su madre tuxpeña y su padre esperan la evolución de la salud de su hijo
y con relación a la oración solicitada, hagámosla porque una oración a
nadie perjudica y puede beneficiar al que la hace y por quiénes ser ofrece...
La
tercera comunicación se relaciona con las anteriores porque un grupo altruista
hace la publicación de la entrega en el mismo Hospital Regional de una
canastilla entregada para un infante cada sábado primero y tercero de cada mes,
que sugiere Trabajo Social por las necesidades del infante recién nacido cada
sábado primero y tercero de cada mes. Desde luego que sería
estupendo que cada recién nacido, la recibiera. Lo rescatable es que, como
granitos de arena, diminutos son ayuda ante las necesidades inmensas y que
desde nuestra situación podemos dinamizar la ayuda a los más necesitados, a
aquellos que están en momento angustioso en sus vidas. Las obras de
misericordia nos piden: Dar de comer al hambriento, de beber al sediento,
vestir al desnudo, visitar a los enfermos y estas son las acciones más
sencillas y que podrán marcar la gran diferencia en nuestra vida y
de los demás, si las realizamos. Por hoy me despido con la frase franciscana de
"Paz y bien" para ustedes ustedes amables lectores.
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