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martes, 14 de agosto de 2018

Gas y productos comestibles por las nubes




Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán


El precio por kilo de gas doméstico está cada vez más caro. Actualmente se cotiza a $18.38 pesos el kilo mientras que un cilindro de gas, que presuntamente contiene 30 kilogramos de este útil elemento para los hogares, tiene un valor en el mercado local de $551 pesos con 40 centavos. Esta volatilidad del precio impacta mucho en la economía familiar, pues está estimado que en un hogar donde se cubren las necesidades de cinco miembros, como ejemplo y mínimo, su consumo diario de gas es de entre 1 y 1.5 kilos por día.



            Estos datos se obtuvieron al escuchar los comentarios de algunas amas de casa que viven el día a día en sus hogares, alargando su presupuesto para poder mantener en condiciones de uso su hogar y alimentar a los miembros de su familia, teniendo que pagar renta, consumo de energía eléctrica y compra de los productos para elaborar los alimentos que consumen, todos en constante aumento mientras que el jefe del hogar o quien ministra los recursos para cubrir esos gastos tiene de paga uno o un poco más de un salario mínimo al día.

            Para muchas familias la carne ha dejado de ser parte de la dieta diaria, y no porque quieran dejar de consumirla por cuestiones de salud o por recomendaciones del nutriólogo o del médico, sino porque su precio también está muy elevado, sobre todo la parte que se considera de primera calidad, cuando menos es lo que considera el carnicero que la vende y por lo mismo la tasa entre $120 o $140 pesos el kilogramo, lo que para muchos resulta difícil de comprar porque no les ajusta su presupuesto y se ven obligados a que su familia la consuma uno o dos días a la semana.

            El kilo de tortilla oscila entre los 15 y 18 pesos el kilogramo, en algunas partes se pone a la venta un producto de buena calidad y saber, pero en su mayoría procede de expendios que procesan su masa en maquinaria y el producto con el que elaboran sus tortillas no es del todo maíz, porque su textura y sabor así lo indica, por lo que en gran parte el comprar tortilla barata expone a que las personas consuman un producto de una calidad dudosa o de plano mala.

            Ante todo, esto, los ciudadanos están siempre en un estado de indefensión, no hay institución que vigile precios y mucho menos certifique la calidad del producto que se pone a la venta, en todas sus variedades y para el consumo humano, sea de la calidad por la cual se le pone un precio. Hay quienes se quejan de que la gasolina no sólo está cara, sino que en la compra por volumen reciben menos litros de los que les cobran, otro tema que no es nuevo pero que nada se hace al respecto.
           
           
           

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