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lunes, 6 de agosto de 2018

Falta aterrizar proyectos








Juan José Ríos Ríos


Ciudad Guzmán sigue mandando al exilio a su juventud que, con título profesional y por no encontrar un trabajo digno en su lugar de origen o donde se formó, tiene que salir para poner en práctica sus conocimientos y obtener una paga digna, al no tener la oportunidad de aplicar y obtener en esta plaza, con lo que se pierden generaciones de jóvenes que pudieran ser parte del crecimiento, desarrollo y progreso de su Municipio que tanto se necesita.

            Esta situación real es la preocupación de padres de familia cuyos hijos cursaron una carrera profesional dedicando años de esfuerzo en el estudio para que, finalmente, se encuentren con la triste realidad de que no hay trabajo para ellos, y de los pocos empleos que existen al presentar su solicitud para el trabajo se les pide una experiencia de cuando tres o cinco años, siendo que apenas acaban de recibir su título, tienen el conocimiento, no así la práctica que se les exige.

            De éste fenómeno, que no es nuevo, surge el abaratamiento de la mano de obra, pues quienes no se atreven o de plano no pueden salir de la ciudad para buscar un trabajo lícito, digno y acorde a sus conocimientos, se les ha visto emplearse como vendedores de algún producto de moda, despachando en gasolineras, de taxistas o emprendiendo proyectos para lo cual no están capacitados y por lo que fracasan enseguida, no es que no sean actividades lícitas y honrosas, sino que simple y sencillamente no son para lo que estudiaron y dedicaron buena parte de su vida, la profesión que ampara un título.

            Algunos jóvenes que se titulan en instituciones como el Tecnológico y de algunas otras carreras que oferta el Centro Universitario del sur, logran acomodo en empresas privadas o en instituciones públicas, las más fuera de Ciudad Guzmán, sobre todo los que cursaron carreras de ingeniería mecánica, eléctrica o electrónica. Los médicos y enfermeras formadas en la representación que la Universidad de Guadalajara tiene en esta localidad, el CUsur, algunos, muy escasos, abren sus propios consultorios para atención al público en general, los más hacen su servicio social en el IMSS, Centros de Salud, Hospital Regional o ISSSTE, con la remota posibilidad de acomodarse como titulares de alguna plaza.

            De allí la importancia de que el Gobierno Municipal vea más allá de medio cumplir con sus obligaciones como ente público, la prestación y mantenimiento de los servicios públicos, realizando proyectos que en poco tiempo o a un plazo amplio se puedan aterrizar en Zapotlán el Grande, para que haya la posibilidad de empleo para las nuevas generaciones de jóvenes profesionistas, lo que prácticamente no se ha hecho en décadas y sí en cambio se han realizado obras que se convierten en elefantes blancos, sin uso y sin generar empleos o aportar los beneficios por las cuales se edificaron, un ejemplo palpable es el llamado Centro para la Cultura y las Artes José Rolón, inmueble presa del vandalismo y el olvido.

            Ojalá que las nuevas autoridades que tendrán la oportunidad de gobernar los próximos tres años, se fijen metas distintas, que las administraciones municipales dejen de ser bolsas de trabajo para el equipo que gana una elección y por lo tanto le da derecho a emplear a quienes colaboraron en el triunfo, o bien como cumplimiento de promesas de campaña, para amigos, para favorecidos o recomendados, la administración municipal de Zapotlán está al límite de sus capacidades económicas, gran parte del presupuesto se destina al llamado gasto corriente, hay pocas obras y muchas demandas en mejoras en los servicios públicos y su mantenimiento, que sea un gobierno que vea más lejos, que emprenda, que busque y, se espera, que lo logre en bien de las nuevas generaciones.
           

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