Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
El Volcán/Guzmán
México
se encuentra entre los países que mayor número de carga impositiva se impone a
sus ciudadanos y, todavía más, hasta por utilizar las carreteras que se
construyen y mantienen con el producto de los impuestos que se cobran a los
mexicanos, también se les aplica muchas y hasta altas tarifas por transitar por
éstas, es casi más cómodo y más barato moverse de un lugar a otro utilizando el
transporte de pasaje que el vehículo propio, aunque con muchos inconvenientes
también.
En este sentido y desde hace varios
años ya, en algunas entidades y regiones del país los ciudadanos se han manifestado,
incluso violentamente y no tanto por ellos sino por la fuerza pública que se
emplea para reprimir el movimiento, por la desaparición de las casetas de
peaje. Muy poco se ha logrado, hasta antes del proceso electoral del primero de
julio pasado hubo un personaje, identificado como un palero del sistema y
agitador profesional, pero no para causas populares y de beneficio, sino para
engatusar y torcer fines, que hasta por esta Región estuvo presente y motivando
movilizaciones para abrir las casetas al paso libre de vehículos.
Y el ejemplo palpable de su cometido
se tiene, perdió el sistema que lo creó, lo mantuvo y al que sirvió, y el
“movimiento social” que promovía ¿dónde quedó ?, en nada, les falló el truco y
se comprueba que no era el fin, sino boicotear a quien consideraban como
“peligro para México”, que mejor dicho para los intereses del sistema que nos
gobierna todavía hasta diciembre próximo, pero la presencia, cobro abusivo y
lesivo de las casetas persiste, aunque en Guanajuato, según se aprecia en las
redes sociales, gente del lugar, algunas portando emblemas de MORENA, dijeron
que desaparecerán las casetas.
En realidad, ¿a quién beneficia, a
dónde se van los miles de millones de pesos que se obtienen todos los días por
el cobro de peaje en las mal llamadas autopistas? Son millones de vehículos, de
todo tipo, los que circulan por la red carretera ¿nacional?, cuando
presuntamente cobran particulares que “aportaron capitales para las obras”, lo
que el mismo gobierno contradice al colocar grandes carteles a los bordes de
algunos tramos carreteros indicado que invierte en su mantenimiento, mejora o
ampliación, y ¿de dónde obtiene el gobierno esos recursos?, pues de donde más, del salario, de los
bolsillos ya muy castigados de los cautivos de los impuestos, o de los bienes y
servicios que presta y adjudica, entonces porqué cobrar y porqué lo hacen
empresas “privadas”?.
Sin duda que mantener en buen estado
las carreteras del país cuesta mucho dinero, pero pese a la cantidad de
recursos que el gobierno federal autoriza para el efecto, ni siquiera las mal
llamadas autopistas, sobre todo la Guadalajara/Manzanillo, están en buen
estado, qué decir de las que están libres de peaje, un ejemplo, la libre a
Colima, o de Ciudad Guzmán a El Grullo, por citar algunos tramos y conocidos
por nosotros. Sin duda que por estas carreteras se desliza también y mucho la
corrupción de campea en todos los ámbitos de la nación, urge que el nuevo
gobierno federal meta mano en el renglón, que no sean las representaciones de
la federación en los estados las que negocien y saquen rajada o mochada al
concesionar las obras de mantenimiento, reparación, construcción o ampliación
de carreteras, y que también libre del cobro abusivo que se hace a los
ciudadanos por las casetas de peaje.
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